La ciudad del sur boliviano exige, mediante protestas y huelgas de hambre, que la Asamblea Constituyente sancione su calidad de capital oficial y efectiva del país.
El presidente Evo Morales cedió este martes a la presión de los dirigentes cívicos de Sucre, que reclaman la capital efectiva y no solo oficial de Bolivia, y les envió una delegación tras fracasar el lunes un intento de diálogo al que solo acudieron el gobierno y sus aliados.
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, que encabezó la frustrada reunión del pasado lunes en Cochabamba, se reunió en Sucre con líderes de esa ciudad y al terminar dio a entender que hay vías de solución para el conflicto.
A su vez, el rector universitario Jaime Barrón, presidente del comité cívico que reclama que Sucre sea capital plena, dijo que "hay una premisa de abrir el diálogo", porque finalmente llegaron ministros a hablar, pero que debe consultar a sus bases si continuará el acercamiento.
Pese a ceder, Morales dijo este martes, en entrevista transmitida por el canal estatal de televisión, que la pelea por "la capitalidad plena" es un complot contra la Asamblea Constituyente, que tiene sede en esa ciudad sureña.
Para el mandatario, la prueba de ese complot es que los dirigentes cívicos de cinco de los nueve departamentos bolivianos se han sumado a Sucre y su región, Chuquisaca, "para hacer un frente común" contra él.
"Es una conspiración" contra la Asamblea, dijo Morales y calificó a ese foro de escenario para la "transformación profunda, democrática y pacífica" del país.
Morales reiteró que los "grupos oligárquicos" intentan que fracase la Constituyente, con la que promete "refundar" Bolivia, pero que está paralizada desde hace tres semanas por las violentas protestas en Sucre.
Esa ciudad reclama, con manifestaciones y huelgas de hambre de cientos de personas, que la Asamblea debata su demanda de ser capital plena y sede de todos los poderes del Estado, y no sólo el Judicial, como ahora.
El gobierno y el parlamento están en La Paz desde que esta ciudad ganó a Sucre una mini-guerra en 1899.
Al terminar el lunes la reunión de Cochabamba, Quintana ofreció a Sucre la sede de instituciones nuevas que cree la Constituyente y algunas sesiones legislativas.
En Sucre también hay preocupación por los anuncios del gobierno y organizaciones afines de llevar 100.000 campesinos, indígenas y obreros a esa ciudad el próximo lunes, oficialmente para garantizar la reanudación de sesiones de la Asamblea. (EFE)
