Unas 200.000 personas se manifestaron a favor de una propuesta que se discutirá en al Asamblea Constituyente para devolver la condición de sede del Ejecutivo y Legislativo a la ciudad.
Una multitud se manifestó este miércoles en Sucre para reclamar que esa ciudad vuelva a albergar al gobierno boliviano y rechazó el ultimátum dado por La Paz, actual sede del Ejecutivo y el Legislativo, para que el tema no sea debatido en la Asamblea Constituyente.
La concentración, a la que, según los organizadores, asistieron unas 200.000 personas, se convocó para contrarrestar la que tuvo lugar el viernes pasado en la localidad de El Alto, aledaña a La Paz, en la que más de un millón de personas pidió que esos dos poderes permanezcan en esta última ciudad.
Los poderes fueron trasladados de Sucre a La Paz en 1899 tras una guerra civil.
Sucre sigue siendo la capital constitucional de Bolivia, pero solo alberga al poder Judicial y es también la sede de la Asamblea Constituyente.
Los constituyentes del departamento sureño de Chuquisaca, al que pertenece Sucre, han llevado a la Asamblea su propuesta de devolverle a esa ciudad la condición de capital plena del país.
La iniciativa tiene el apoyo de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando, regiones gobernadas por opositores al gobierno del presidente Evo Morales.
El único orador de la concentración en Sucre, el presidente del Comité Interinstitucional de la Capitalidad, Jaime Barrón, ratificó que la Asamblea es el único escenario posible para debatir el tema y agregó que, si en el foro no se llega a un consenso, el asunto debe ser sometido a un referendo popular.
Los chuquisaqueños rechazaron así el ultimátum dado hace unos días por los manifestantes congregados en El Alto, que emplazaron a la Constituyente a eliminar el debate sobre el traslado de los poderes hasta el próximo 6 de agosto, aniversario patrio y fecha prevista para la entrega del borrador de la nueva Carta Magna.
Si eso no ocurre, los habitantes de La Paz amenazan con iniciar una huelga general e indefinida en toda la región.
La Paz y El Alto son dos de las ciudades más pobladas de Bolivia y pertenecen a un departamento que tiene más de 2,7 millones de habitantes, de los 9,4 millones del país, mientras que en Chuquisaca residen unas 620.000 personas.
En su discurso, Barrón argumentó hoy que el traslado de los poderes a Sucre es una propuesta "de paz", que no busca una confrontación fratricida entre bolivianos sino una solución "a la agonía ocasionada por el centralismo".
El presidente boliviano, Evo Morales, afirmó el fin de semana pasado que no es competencia de la Asamblea definir dónde debe estar la sede del gobierno, porque, a su juicio, no es un asunto constitucional. (EFE)
