Los candidatos presidenciales Dilma Rousseff, representante del oficialismo, y José Serra, de la oposición, ignoraron los polémicos asuntos del aborto y la religión durante el segundo debate televiso realizado de cara a la segunda vuelta, que se realizará el próximo 31 de octubre.
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Ambos candidatos están disputando el voto del electorado católico. (Fotos: EFE) |
Ambos temas -que en los últimos días fueron motivo de un intercambio de acusaciones entre los candidatos- no se abordaron en el debate promovido por el canal
RedeTV y el diario
Folha de Sao Paulo, concentrándose, en cambio, la discusión en asuntos como las privatizaciones y la educación.
Rousseff y Serra habían entablado una fuerte discusión para conquistar el voto de católicos y evangélicos, en una disputa que trascendió con fuerza la última semana. Serra había dicho que Rousseff, como ministra de Presidencia, defendió en 2007 la legalización del aborto y la esposa de él, la chilena Mónica Allende, llamó a la candidata "devoradora de niñitos", afirmaciones que, según analistas, incidieron para que la aspirante no venciera el 3 de octubre en la primera vuelta.
El sábado, el diario Folha de Sao Paulo citó a dos ex alumnas de ballet de Allende, quienes aseguraron que la esposa de Serra, ex gobernador de Sao Paulo, les confesó que se había practicado un aborto cuando la pareja era perseguida por las dictaduras de Brasil y Chile, afirmación desmentida en la víspera por los representantes de Serra.
Otro asunto que tampoco surgió en el último debate fue el medio ambiente y la preservación de los recursos naturales, apenas abordado rápidamente por Rousseff. La omisión de dicha problemática coincidió con la "independencia" declarada oficialmente de cara a la segunda vuelta por el Partido Verde (PV) para sus adherentes. El apoyo de esta tercera fuerza electoral del país era esperado por Rousseff y Serra.