Una comisión del Senado brasileño sobre la pandemia concluyó este miércoles que el presidente Jair Bolsonaro agravó la crisis por una "decisión política" y lo acusó de "crímenes contra la humanidad".
"El presidente incentivó en forma reiterada a la población a incumplir el distanciamiento social, se opuso al uso de mascarilla, promovió aglomeraciones e intentó descalificar las vacunas", sentenció el informe.
En la acusación se denunció al mandatario por otros ocho delitos, tipificados como epidemia con resultado de muerte, infracción de medidas sanitarias, charlatanería médica, incitación al delito, atentados contra la dignidad del cargo, prevaricación, falsificación de documentos y uso irregular de dinero público.
Además, el documento agregó que "esa estrategia, en verdad fundamentada en la idea de que el contagio natural induciría a la inmunidad colectiva, fue producto de una decisión política que apuntaba exclusivamente a una rápida retomada de las actividades económicas".
El informe es el resultado de un trabajo que duró los últimos seis meses y se presentó cuando el país ya superó las 600.000 muertes por coronavirus, que eran 391.000 el pasado 27 de abril, fecha en que se instaló la comisión.
Las resoluciones se votarán por los once miembros de la comisión la próxima semana y en caso de ser aprobadas serán remitidas a los tribunales, que tendrán la última palabra sobre los procesos que conlleven las acusaciones.
Los acusados
El informe denunció a cuatro ministros y a otras 61 personas sospechosas de diversos delitos, entre las cuales figuran tres hijos del mandatario: el senador Flavio, el diputado Eduardo y el concejal Carlos Bolsonaro, a los que se les acusó de ser responsables de una red de difusión de noticias falsas sobre la pandemia.
En el documento, que desarrolló el senador Renan Calheiros, se identificó también entre los sospechosos a los actuales ministros de Salud, Marcelo Queiroga; Defensa, general, Walter Braga Netto; Trabajo, Onyx Lorenzoni, y Contraloría, Wagner Rosario.
También figuran antiguos colaboradores de Bolsonaro, como el excanciller Ernesto Araújo y el general Eduardo Pazuello, ministro de Salud entre mayo de 2020 y abril pasado, en los momentos más duros de la pandemia en Brasil.
Las acusaciones abarcan desde la imposición de remedios sin eficacia comprobada contra el Covid-19, hasta serias sospechas de corrupción en la negociación de vacunas.
Además se hallaron indicios de una red de activistas de ultraderecha que, combinados con el Gobierno, difundieron información falsa sobre la pandemia, que minimizaron su gravedad, en línea con el discurso que mantuvo Bolsonaro.
"El principal responsable"
También se consideró la reiterada violación de las medidas que prohibían aglomeraciones e imponían el uso de mascarilla, por parte de Bolsonaro, la promoción de la cloroquina y el empleo de cuantiosos recursos públicos para adquirirla.
"En conclusión, al insistir en el 'tratamiento precoz' como única política para combatir la pandemia, Bolsonaro colaboró fuertemente para la propagación de la covid-19 en Brasil y se mostró como el principal responsable de los errores cometidos por Gobierno", dijo el informe.
"Muchos inocentes pagaron con su vida la irresponsabilidad del Gobierno y del presidente", afirmó Calheiros en la conclusión y agregó que "ahora llega el momento en que pagarán los culpables".
El presidente de la comisión, el senador Omar Aziz, garantizó que el informe "será aprobado" y que "ninguna autoridad judicial podrá ignorarlo, porque ya es del país, de las víctimas y sus familiares, y es la prueba de una tragedia para la que habrá justicia".