La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, anunció hoy un acuerdo con el Gobierno de China para visitar ese país, un viaje que incluiría la región de Xinjiang (noroeste), donde se teme que cientos de miles de uigures fueron recluidos en campos de internamiento desde 2017.
"Mi oficina y el Gobierno de China han iniciado trabajos concretos para la visita, que se prevé en principio para el próximo mes de mayo", subrayó Bachelet en su intervención ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para repasar la situación de las libertades fundamentales en el mundo.
Grupos de derechos humanos y numerosos gobiernos han condenado las prácticas de China contra los uigures y otras minorías musulmanas en Xinjiang, donde en el último lustro se cree que hasta 1,8 millones de personas podrían haber sido recluidas en lo que Beijing denomina "centros de capacitación vocacional".
Mientras los críticos con las políticas de Beijing los consideran uno de los peores casos de detención arbitraria desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, China los defiende como parte de un plan de mejora socioeconómica de Xinjiang, región golpeada en la pasada década por varios atentados terroristas de corte yihadista.
Las denuncias sobre violaciones de derechos humanos del régimen comunista chino contra la población uigur en Xinjiang motivaron que varios países, entre ellos Estados Unidos, promovieran un boicot diplomático en los recientes Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing, y que antes dictaran sanciones contra China.
Bachelet indicó que su visita se llevará a cabo teniendo en cuenta las regulaciones de prevención del Covid-19, y explicó que en abril viajará una misión de la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos que ella dirige para avanzar en los preparativos.
La alta comisionada también señaló en su intervención de hoy ante el Consejo que sigue preocupada por el maltrato a activistas de derechos humanos en China.
"Algunos de ellos han sufrido restricciones a sus movimientos, por ejemplo mediante el arresto domiciliario, y en ciertos casos han recibido sentencias de prisión", denunció la expresidenta chilena.
Tras anunciarse su viaje a China, cerca de 200 organizaciones expresaron a través de un comunicado su temor a que Bachelet sufra restricciones durante su estancia en el país asiático que le impidan conocer las graves violaciones de derechos humanos en Xinjiang y otras zonas del país.
Esa visita, añadieron, no es excusa para que la oficina que dirige Bachelet continúe retrasando la publicación de su informe sobre las violaciones de los derechos humanos que sufren los uigures, que la propia alta comisionada confirmó que estaba siendo finalizado en septiembre de 2021.
Según estas organizaciones, Bachelet ha evitado condenar las acciones de China en su región de Xinjiang ante el Consejo de Derechos Humanos (del que el Gobierno chino es miembro actualmente) desde 2018.