El ayuntamiento de la turística ciudad floridana de Miami Beach declaró este viernes un toque de queda para reforzar la seguridad durante las vacaciones universitarias de primavera, conocidas como "Spring Break".
Esto, ya que en años recientes se han registrado durante el período actos de violencia en las calles, disturbios e incluso tiroteos con víctimas mortales.
La medida restrictiva entrará en vigor hoy viernes a las 23:59 hora local (04:59 GMT) y terminará el próximo lunes a las 6.00 horas (11.00 GMT), según informó el ayuntamiento de Miami Beach en un comunicado.
Los negocios dentro del área afectada por el toque de queda deberán cerrar antes de la hora establecida para que los clientes eviten violar las medidas de emergencia, de acuerdo con lo que dijeron funcionarios de la ciudad.
"Hemos determinado que el toque de queda de medianoche es necesario y apropiado para ayudar a mantener el orden público este fin de semana de 'Spring Break'", señaló en un comunicado Alina Hudak, gerente del ayuntamiento.
Hudak precisó que la decisión no se tomó a la ligera y que no debería generar sorpresa, ya que las autoridades de Miami Beach han sido siempre muy claras en su determinación de "proteger al público del caos peligroso que ha acompañado a las multitudes del 'Spring Break' en años recientes".
Además, el código del ayuntamiento otorga al gerente de la ciudad la autoridad para declarar discrecionalmente el estado de emergencia con una duración de hasta 72 horas.
MEDIDAS CON TINTES RACISTAS, SEGÚN ORGANIZACIONES
Concejales y organizaciones civiles criticaron la semana pasada que las recientes restricciones impuestas por Miami Beach para reforzar la seguridad durante el "Spring Break" tienen tintes racistas.
Por ejemplo, el pasado 5 de marzo, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció el despliegue de más patrulleros estatales durante estas vacaciones universitarias para acabar con "el caos" y "la anarquía" en Miami Beach.
Esta medida se sumó a un drástico paquete de restricciones aprobado por Miami Beach para controlar los alborotos, como toques de queda, registros de seguridad, control de bolsas para el acceso a la playa, puntos de control de alcoholemia y cierres anticipados de entradas a las playas.
Es por ello que, tras el "Spring Break" de 2023 -en donde dos personas murieron víctimas de disparos-, se decomisaron más de un centenar de armas de fuego, mientras que en las dos últimas temporadas se registraron unos 600 detenidos.
Dicho crimen ocurrió en la icónica calle Ocean Drive, ubicada en la primera línea de playa; suceso que, en medio de una caótica y violenta sucesión de altercados, obligó a las autoridades a declarar el estado de emergencia y un toque de queda.