Berlín cree que a Atenas no le alcanzará con los rescates y se niega a otro
Gobierno cree "impensable" que el Bundestag revise un tercer proyecto de rescate.
Gobierno cree "impensable" que el Bundestag revise un tercer proyecto de rescate.
El Gobierno alemán calcula que Grecia no tendrá suficiente con sus dos rescates por el parón en las reformas que han supuesto el doble proceso electoral y las negociaciones del nuevo Ejecutivo, pero se opone a un nuevo préstamo a Atenas.
El diario Süddeutsche Zeitung, que cita fuentes gubernamentales sin identificar, argumenta que esto abocaría a Grecia a la bancarrota, ya que Alemania es el primer contribuyente de los rescates.
No obstante, varios portavoces gubernamentales desdeñaron esta información en un encuentro rutinario con medios de comunicación y aseguraron que el Ejecutivo alemán no ha tomado ninguna decisión al respecto y está esperando al próximo informe de la troika, previsto para principios de septiembre.
El portavoz del Ejecutivo alemán, Georg Streiter, señaló que lo "razonable" en estos momentos es esperar a los "hechos" del documento de la troika -conformada por el Banco Central Europeo (BCE), la Comisión Europea (CE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)- y evitar especulaciones.
La crisis griega sigue ocupando a Alemania. |
Según el periódico, Berlín estima que Atenas cuenta con un agujero de al menos 10.000 millones de euros a causa de las dos contiendas electorales en menos de dos meses -debido a que en la primera no se logró una mayoría parlamentaria suficiente-, un hecho que paralizó todas las reformas.
A eso hay que añadir, explica el Süddeutsche Zeitung, que el nuevo Ejecutivo griego del primer ministro Andonis Samaras entró tratando de renegociar con Bruselas los tiempos del ajuste, para ganar al menos dos años más de plazo para la implementación de recortes y reformas.
En estas circunstancias, apunta el diario, el Gobierno alemán considera "impensable" un nuevo debate en el Bundestag (cámara baja alemana) para acordar un tercer paquete de ayuda financiera a Atenas cuando aún están en marcha los dos primeros, lo que empujaría al país heleno a la quiebra.
"Sobre esto no voy a decir nada", zanjó Streiter tras ser interrogado al respecto en repetidas ocasiones.