El director general del OIEA, Rafael Grossi, confirmó este viernes, a su retorno a Viena de una visita a de Ucrania, que dos expertos de la agencia nuclear de la ONU permanecerán de forma permanente en la central de Zaporiyia, ocupada por Rusia desde marzo.
De esta forma, destacó el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la agencia de la ONU podrá recibir información sobre el estado de la planta durante las 24 horas del día, "lo que tiene un efecto inherentemente estabilizador".
Seis expertos del OIEA permanecerán en la planta durante los próximos días, y de ellos, dos seguirán después por un tiempo indeterminado.
"Nos vamos a quedar allí el tiempo que haga falta, no nos iremos", dijo Grossi ante la prensa en el aeropuerto de Viena.
"Estaremos recibiendo información todo el tiempo y vamos a tener un análisis profundo. Espero dar un informe al inicio de la semana que viene", agregó el director general.
"Ahora tendremos gente allí, lo que tiene un valor tremendo. Si algo pasa, ellos van a informarnos, ya no seremos informados de forma indirecta. Esto es un cambio de la noche a la mañana", aseguró el director general.
El martes próximo, Grossi informará al Consejo de Seguridad de la ONU sobre su misión a Zaporiyia.
Según explicó el director general, quien estuvo en la planta el pasado jueves, la integridad física de Zaporiyia está comprometida, por la gran actividad militar en torno a la planta, ocupada por Rusia el pasado 4 de marzo.
"Yo mismo vi impactos, agujeros de los bombardeos. La integridad física ha sido violada varias veces, lo que es inaceptable por razones de seguridad", destacó el director general del OIEA.
"Me preocupa la integridad física (de la planta), el suministro de electricidad y el personal", resumió Grossi, al ser preguntado sobre lo que más le preocupa en Zaporiyia.
Sobre el funcionamiento de la planta, operada por Ucrania, Grossi habló sobre una especie de "cohabitación" entre el personal ucranianos y los rusos, sean militares o expertos nucleares enviados por Moscú.
"La planta sigue operando y hay un 'modus vivendi' profesional (entre las partes)", concluyó Grossi, quien habló de una situación "extremadamente compleja y desafiante".