El Gobierno de Rusia reconoció este domingo, por primera vez, la existencia de muertos, heridos y prisioneros durante la "operación militar especial" ordenada por Vladímir Putin en Ucrania.
"Lamentablemente tenemos camaradas muertos y heridos", dijo en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashénkov, quien no especificó el número de bajas.
Sí señaló que las pérdidas rusas "son considerablemente menores que la cantidad de nacionalistas aniquilados o de pérdidas en las Fuerzas Armadas de Ucrania".
Esta versión contrasta con la expresada por la parte ucraniana, que asegura haber acabado con un millar de militares rusos y haber herido a unos 2.500, y ha cifrado en 198 sus propias bajas.
"TORTURAS NAZIS"
Ígor Konashénkov también reconoció la existencia de prisioneros de guerra rusos detenidos por las fuerzas ucranianas.
"Sabemos cómo tratan los nazis ucranianos a los pocos militares rusos que son hechos prisioneros, y vemos que los maltratos y las torturas son las mismas que utilizaban los alemanes nazis y sus colaboracionistas durante la Segunda Guerra Mundial", sostuvo.
El portavoz del Ministerio de Defensa contrapuso esta actitud con el supuesto "trato digno" que le dan los militares rusos a los uniformados ucranianos que deponen las armas.
"Comprendemos que juraron al pueblo de Ucrania. Todos los que depusieron las armas y no se resistieron serán devueltos a sus familias", afirmó.
Konashénkov señaló que cerca de 500 militares ucranianos pertenecientes a un regimiento antiaéreo de la ciudad de Járkov, al noreste de Ucrania, depusieron las armas, pero esta información es negada por las autoridades de Kiev.