Así lo indica una encuesta que publica este lunes el diario Bild.
Sólo el 17 por ciento de las personas cree que el cambio de moneda ha implicado beneficios para el país.
Casi uno de cada dos habitantes de Alemania quisiera volver a los tiempos en que el marco era la moneda oficial del país y no el euro, según una encuesta que publica este lunes el diario Bild respecto a la percepción ciudadana frente a la crisis de la moneda única.
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| Un significativo 67 por ciento de los ciudadanos se muestra preocupado por la estabilidad del euro, añade el estudio. |
Según la encuesta, un 51 por ciento de los alemanes no está satisfecho con el cambio y apenas un 17 por ciento considera que su implantación ha sido beneficios.
En tanto, un 67 por ciento de los ciudadanos se muestra preocupado por la estabilidad del euro, según las conclusiones del periódico.
El euro nació en enero de 1999 como moneda fiduciaria, tras lo cual comenzó la emisión de sus billetes, proceso que culminó en 2002 con su implantación como moneda de curso legal en los entonces doce miembros de la UE de la euro-zona, ampliados luego a 16 países.
Nostalgia de grandeza
La llamada "nostalgia" por el marco -sinónimo de estabilidad monetaria y, para muchos alemanes, puntal de la reconstrucción del país tras la Segunda Guerra Mundial- ha sido una constante desde la implantación del euro.
La crisis actual de la eurozona ha acentuado este sentimiento y dado alas a una atípica coalición de detractores, que -entre otras acciones- presentó una demanda ante el Tribunal Constitucional contra los mecanismos de rescate a países en apuros, como Grecia.
El controvertido dramaturgo Rolf Hochhuth, uno de los principales detractores de euro, confesó en declaraciones a Der Spiegel no estar seguro de la factibilidad de dar marcha atrás a la introducción del euro: "No sé si será posible. Si sé, sin embargo, que Alemania funcionaba mejor con el marco", dijo.
