Al menos ocho personas murieron este martes y más de 2.800 resultaron heridas, unas 200 de ellas de gravedad, por la explosión en cadena de buscapersonas que estaban en manos de miembros del grupo chií libanés Hizbulá en varios puntos de ese país, informó el Ministerio de Salud Pública.
El titular del departamento gubernamental, Firas Abiad, anunció que entre los fallecidos hay un menor de 8 años, y precisó que la mayoría de los heridos sufrió daños en la cara, las manos o el abdomen.
Hospitales de todo el país, principalmente del sur y en los suburbios meridionales de Beirut -ambos controlados por el movimiento chií- recibieron grandes cantidades de víctimas alrededor de las 15:30 hora local (9:30 en Chile), todas ellas a raíz de la detonación de una serie de aparatos.
Dada la gran cantidad de víctimas, la cartera llamó inmediatamente a "todos" los hospitales en las áreas afectadas a que activaran el nivel de "alerta máxima" y se prepararan para lidiar con una "necesidad urgente de servicios sanitarios de emergencia".
Entre los heridos está el embajador de Irán en el Líbano, Mojtaba Amani, quien se encuentra en "buen" estado tras sufrir una herida superficial por una de las deflagraciones, según dijo en su cuenta de X la legación diplomática iraní.
Asimismo, el suceso acabó con la vida de un hijo del parlamentario de Hizbulá Ali Ammar y causó al menos 14 heridos en Siria, donde el Observatorio Sirio de Derechos Humanos contabilizó cuatro víctimas en Damasco, y otras diez en dos áreas de sus alrededores.
EL GOBIERNO Y HIZBULÁ ATRIBUYEN EL ATAQUE A ISRAEL
Hizbulá, que lleva más de once meses enzarzado en un intenso fuego cruzado con el Estado judío, confirmó en un comunicado que explotaron "una serie de aparatos de mensajería conocidos como 'mensáfonos', que están en posesión de varios trabajadores en diferentes unidades e instituciones" de la formación.
El movimiento chií aseguró en su nota que al menos dos de sus integrantes fallecieron en el incidente, aunque por el momento se desconoce la identidad de la mayoría de las víctimas mortales.
Según la nota, expertos de la formación están llevando a cabo una investigación "de seguridad y científica" a gran escala para determinar las causas de lo ocurrido, por lo que alertaron en contra la difusión de "rumores" e "información falsa" que sirve a la "guerra psicológica" de Israel.
En una segunda nota, advirtieron que "tras examinar todos los hechos, datos actuales e información disponible sobre el malvado ataque ocurrido esta tarde, consideramos al enemigo israelí como total responsable de esa agresión criminal".
El Ministerio de Exteriores libanés también atribuyó el incidente a un "ataque cibernético israelí", e informó de que está preparando una queja al respecto para presentar ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
"Esta escalada israelí grave y deliberada coincide con amenazas israelíes de ampliar la guerra hacia el Líbano y con su postura intransigente que llama a más derramamiento de sangre, destrucción y sabotaje", denunció el departamento gubernamental en un comunicado.
Sin embargo, el Estado hebreo todavía no se ha pronunciado al respecto ni el Líbano ha ofrecido detalles sobre cómo cree que pudieron ser infiltrados los mensáfonos.