La intervención de la Policía en el escándalo de las fiestas en Downing Street durante la pandemia dejó en el aire la publicación del esperado informe interno del Gobierno británico sobre esas reuniones sociales, de cuyas conclusiones puede depender el futuro político del primer ministro, Boris Johnson.
Las fuerzas de seguridad han pedido en un comunicado que el documento que está elaborando la alta funcionaria Sue Gray haga "mínima referencia" a los hechos que también están investigando los agentes.
Gray, que preveía haber concluido el informe esta semana, debe decidir ahora si entrega una versión parcial de sus pesquisas, sin aportar detalles sobre las fiestas más polémicas, o bien retrasa la publicación hasta que la Policía haya hecho sus propias averiguaciones, lo que lo pospondría por tiempo indefinido.
El nuevo escenario reduce aparentemente las posibilidades de que los diputados del Partido Conservador, descontentos con la gestión de Johnson, convoquen en los próximos días una moción de confianza interna sobre su liderazgo.
El entorno del jefe de Gobierno temía que si las conclusiones del informe de Gray eran dañinas para su imagen podrían superarse las 54 peticiones por escrito necesarias para que se convoque una votación sobre la continuidad de Johnson.
La comandante de la Policía Catherine Roper aseguró esta tarde en un nuevo comunicado que su investigación "no ha retrasado" el informe de Gray y esgrimió que el momento de su publicación solo incumbe al Ministerio del Gabinete.
Reiteró, sin embargo, que han pedido a los funcionarios del Gobierno que eviten referirse en la medida de lo posible a los "eventos relevantes" que quieren analizar los agentes.
"Esto solo será necesario mientras continúa abierto este asunto, a fin de ofrecer a los detectives la imagen más exacta de lo que ocurrió en esos eventos. Esperamos completar nuestra investigación de forma rápida, justa y proporcionada", resaltó la responsable policial.
CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN
Diversos partidos de la oposición han criticado el paso dado por la Policía, que a su juicio otorga más tiempo al primer ministro para tratar la crisis.
El líder de los liberaldemócratas, Ed Davey, expresó su "preocupación por la creciente percepción de que hay un arreglo" entre la Policía y el Gobierno.
"La gente está cada vez más preocupada, comprensiblemente, de que esto parezca cada vez más un encubrimiento", dijo por su parte el líder en Westminster del Partido Nacional Escocés (SNP), Ian Blackford.
El responsable del primer partido de la oposición, el laborista Keir Starmer, lamentó por su parte que la investigación policial haya "paralizado" al Ejecutivo y urgió a que se publique "tan rápido como sea posible" el informe completo de Gray.
El líder de los conservadores en la Cámara de los Comunes, Jacob Rees-Mogg, tachó las sugerencias de connivencia entre la Policía y el Gobierno en este asunto como ideas de un "universo paralelo".
"Sería muy excéntrico y conspiranoico quien pensara que el hecho de que el primer ministro sea investigado por la policía beneficia al primer ministro", afirmó.
POSIBLES MULTAS
Las pesquisas policiales están a cargo del Equipo de Investigaciones Especiales, que se ocupa de casos "sensibles y confidenciales" que involucran a "sujetos de alto perfil y personas expuestas políticamente", según describe en su página web el Ayuntamiento de Londres.
Las fuerzas de seguridad no han revelado qué supuestas fiestas están en su radar ni qué consecuencias podrían tener sus pesquisas.
Los castigos por infringir las restricciones sanitarias durante la pandemia variaron a lo largo de los meses. Desde el 13 de mayo de 2020, la multa por incumplirlas era de 100 libras (120 euros), una cantidad que se duplicó a partir de septiembre de ese año.
La infracción por saltarse en repetidas ocasiones las normas llegó a alcanzar las 6.400 libras (7.690 euros), mientras que en agosto de 2020 se impusieron multas de hasta 10.000 libras (12.000 euros) para los organizadores de eventos ilegales con más de 30 personas.