El primer ministro del Reino Unido, David Cameron, presidió este jueves una reunión del comité de emergencias "Cobra" del Gobierno británico para analizar el asesinato de un soldado cometido ayer por presuntos islamistas radicales.
Asistieron a la cita en Downing Street, que duró cerca de una hora, varios ministros y el alcalde de Londres, Boris Johnson, así como los jefes de la Policía y del MI5, el servicio de contraespionaje británico.
Al término del encuentro, Johnson declaró que "los londinenses pueden seguir sus vidas con normalidad" y prometió que los culpables serán llevados ante la justicia.
Se prevé que David Cameron haga una declaración sobre el suceso en las próximas horas.
De momento no se ha modificado el nivel de alerta terrorista en el Reino Unido, mientras la Policía investiga a los dos sospechosos detenidos y si el ataque fue un acto aislado.
Los dos presuntos islamistas se abalanzaron sobre un soldado en el barrio de Woolwich, en el sureste de Londres, en plena día y lo mataron a machetazos invocando a Alá, un ataque que las autoridades británicas consideran un posible acto de terrorismo.
La Policía que acudió al lugar de los hechos disparó contra los dos sospechosos, que se encuentran hospitalizados y detenidos.
Ojo por ojo
Según fuentes citadas por la agencia local PA, los presuntos autores son de origen nigeriano aunque de nacionalidad británica y conversos al Islam.
Las autoridades no creen que tengan vínculos con la organización integrista musulmana en Nigeria Boko Haram, responsable de varios atentados en ese país, de acuerdo con la PA.
Tras la muerte del soldado, la seguridad se ha incrementado en los cuarteles militares de Londres y alrededores.
El primer ministro calificó ayer el ataque como "un acto bárbaro" que tiene indicios de que se trata de un "incidente terrorista".
Cameron regresó precipitadamente a Londres desde París tras reunirse con el presidente de Francia, François Hollande, para presidir hoy la reunión de Cobra.
Un vídeo emitido por la cadena británica ITV muestra a uno de los supuestos agresores hablando sin ocultarse de la cámara, mostrando en sus manos ensangrentadas un machete y un cuchillo.
El hombre grita que "la única razón por la que hemos hecho esto es porque hay musulmanes muriendo cada día" y que "este soldado británico es el ojo por el ojo y el diente por diente".