El Papa Benedicto XVI -quien renuncia al pontificado este jueves- decidió que la documentación sobre el escándalo del robo y filtración de documentos reservados conocido como "Vatileaks" esté "exclusivamente" a disposición del próximo pontífice, informó este lunes el vocero vaticano, Federico Lombardi,
Lombardi precisó que "solo" Ratzinger conoce el contenido de ese expediente.
En una nota en Vaticano especificó que "el Santo Padre ha decidido que los resultados de este informe, cuyo contenido conoce solamente Su Santidad, permanezcan exclusivamente a disposición del nuevo Pontífice".
Benedicto XVI recibió este lunes en audiencia a los tres purpurados que conformaron la comisión cardenalicia creada por él para esclarecer el escándalo de la filtración de documentos reservados del pontífice y del Vaticano: el español Julian Herranz, de 82 años; el italiano Salvatore De Giorgi, de 82 años, y el eslovaco Jozef Tomko, eslovaco, de 88 años.
También asistió el secretario de esa comisión, el franciscano Luigi Martignani.
"Una vez finalizada la tarea encomendada, Su Santidad ha querido darles las gracias por la provechosa labor que han llevado a cabo y que ha puesto de relieve, junto con los límites e imperfecciones propios del factor humano de toda institución, la generosidad, rectitud y dedicación de cuantos trabajan en la Santa Sede al servicio de la misión confiada por Cristo al Romano Pontífice", señaló el Vaticano en un comunicado.
Fuentes vaticanas precisaron a EFE que de esta manera, la documentación no quedará archivada, como se hace tras la muerte o renuncia de un papa, cuando todo el material del pontificado queda archivado para su estudio y no se publica hasta pasados unos años.
Algunos medios de comunicación afirmaron hace unos día que la documentación sería entregada a todos los cardenales que participarán en el próximo cónclave.
Lombardi precisó este lunes que "solo" el papa y los tres cardenales de la comisión conocen el contenido y a la pregunta de si serían informados los otros purpurados insistió en que los autores del mismo "sabrán en que medida podrán y deberán dar información" a quienes se lo pidan durante las reuniones previas de cardenales antes del cónclave.