El reelecto presidente de RN criticó la falta de respaldo de la Concertación "a su Gobierno".
Dijo que la presión sobre el embajador fue una forma de perjudicar a Sebastián Piñera.
El recién reelecto presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín, afirmó el domingo que es necesario "sacar una moraleja" de la actuación de los partidos de la Concertación tras las declaraciones del ex embajador en Argentina Miguel Otero, quien renunció luego del rechazo general que produjeron sus dichos en una entrevista en la que justificó el golpe militar y la dictadura.
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| El timonel negó ser homofóbico, pero dijo que legislar sobre las uniones de hecho "no es lo más importante" actualmente. (Foto: UPI) |
Más allá de eso, "hay que sacar una moraleja: la izquierda chilena prefirió hacer un puente con la izquierda argentina antes que respaldar a su propio Gobierno, y eso fue muy feo, porque nosotros tenemos 'un buen queso' con Argentina por delante, entonces, esto de estar bajando embajadores así como se botan los patos en la feria" no es bueno dijo (aludiendo a la delimitación pendiente de Campos de Hielo Sur), antes de asegurar que lo que se buscaba en última instancia "era una derrota para Piñera".
Para el reemplazo de Otero, Larraín consideró que el nombre de Adolfo Zaldívar (PRI) "sería muy apropiado, porque conoce el tema de límites y tiene muchas condiciones. Fue senador por Aysén y además ha estudiado el asunto".
"No soy homofóbico"
Consultado por la polémica que desataron sus propios dichos respecto de la homosexualidad -cuando la relacionó con la pedofilia y la zoofilia-, el timonel explicó que no quiso "hacer una equivalencia, pero me equivoqué rotundamente. No soy homofóbico, tengo perfecta tranquilidad en ese tema, yo respeto esa opción, es una cuestión de vida propia. Es un tipo de existencia que yo no adopté, pero no tengo nada contra esa manera de abordar la sexualidad".
No obstante, "el Gobierno tiene que abogar por la comunidad mayoritaria y más importante de la vida chilena, que es la del hombre y de la mujer que se casa, que quiere sacar adelante a los niños, y que constituye la verdadera incubadora de la sociedad. Hay que atender, por supuesto, todas las realidades de la vida nacional, pero concentrémonos en lo principal, como la idea del salario ético. Hay cosas centrales y cosas periféricas, y en la cabeza de algunas personas pareciera que esto de las uniones de hecho viene a ser lo principal y lo central, cuando hay familias que no pueden ni siquiera parar la olla", expuso.
