Tras suspender su millonario proyecto Central Bombeo Paposo en Taltal, debido a un supuestamente desprolijo proceso de evaluación ambiental, Colbún confirmó que dedicará un tiempo indefinido a reevaluar la viabilidad de la iniciativa.
El estancamiento de la propuesta de energía renovable, que implicaría una inversión de 1.400 millones de dólares, le costó el cargo al director del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de Antofagasta, Ramón Guajardo, consignó El Mercurio este jueves.
En concreto, el SEA regional impugnó una serie de elementos del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de Colbún, y dictó el término anticipado del proceso el 12 de agosto, por lo que la compañía presentó un recurso de reposición que generó nuevos reparos de la autoridad local, los que devinieron la suspensión, atendido el fallo "poco coherente" y con "errores formales evidentes", dijo la empresa.
El diario detalla que los cuestionamientos se deben principalmente a que, en su resolución del 12 de agosto, el SEA objetó la relación entre Colbún y las comunidades locales, lo cual fue subsanado y aceptado por la repartición en su informe del 17 de septiembre. Sin embargo, el mismo documento incorpora asuntos que no se trataron un mes antes, como observaciones respecto de la fauna del farellón costero cercano a Taltal.
Con todo, el gerente de Sostenibilidad y Asuntos Públicos de Colbún, Daniel Gordon, planteó a Cooperativa que "es difícil ahora hablar de plazos o tiempos, porque lo primero que queremos hacer es tomarnos algo de tiempo para decantar lo que ha sucedido en los últimos días: remirar el proyecto, su calendario, su programación, su planificación, revisar los números, y no sabemos cuánto tiempo nos va a tomar, por eso hemos hablado de (un periodo) indefinido hasta ahora".
"Esperamos que, al final de este análisis, tengamos más claros los posibles escenarios o pasos a seguir, y finalmente evaluar si el proyecto sigue o no siendo viable", cerró el ejecutivo.
En cuanto a la remoción del jefe del SEA de Antofagasta en respuesta a las presuntas irregularidades del análisis, Gordon aseveró que la medida "no corrige ni subsana las consecuencias negativas que se han generado para este proyecto, para la región, y para el país", y por lo demás, "la salida de un funcionario no cambia el problema de fondo, que es de institucionalidad ambiental".
"No nos corresponde opinar o comentar sobre las decisiones administrativas que adopta el Servicio, pero sí insistimos en la urgencia de contar con coherencia y control sobre las evaluaciones que hace el SEA, sobre las decisiones y fallos que toma el organismo, tanto a nivel regional como nacional, que deben tener cierto nivel de armonización", profundizó.