El ex agente de la Dina, condenado por el asesinato del ex comandante en jefe del Ejército, apeló argumentando que el delito había prescrito según las leyes trasandinas.
La Corte Suprema de Argentina rechazará la apelación de Enrique Arancibia Clavel a la condena de prisión por el asesinato del ex comandante en jefe del Ejército de Chile Carlos Prats, ocurrido en Buenos Aires en 1974, y sostendrá que los crímenes de lesa humanidad son imprescriptibles.
La resolución del máximo tribunal judicial, que se calcula será difundida la semana próxima, tendrá su repercusión en Argentina porque, indirectamente, avala la nulidad parlamentaria de las leyes que eximieron crímenes de la última dictadura militar que imperó en el país (1976-1983).
Según las fuentes judiciales citadas por las agencias trasandinas DyN e Infosic, cinco de los ocho magistrados de la Corte Suprema de Justicia se pronunciaron, durante una reunión celebrada este jueves por rechazar el planteo del ex miembro de la DINA Enrique Arancibia Clavel, condenado en Argentina por el asesinado de Prats y su esposa, Sofia Cuthbert.
Arancibia Clavel, un agente civil de la dictadura de Augusto Pinochet, fue condenado a reclusión perpetua por la Justicia argentina por su participación en el crimen con explosivos del matrimonio Prats-Cuthbert, el 30 de septiembre de 1974 en el barrio porteño de Palermo.
El condenado apeló la sentencia con el argumento de que, según las leyes argentinas, el delito que se le imputaba había prescrito, razonamiento al que que acogió la Cámara Nacional de Casación Penal, por lo que la familia del asesinado general llevó el caso ante la Corte Suprema.
Como es costumbre, cada uno de los magistrados del máximo tribunal estudió el caso por separado y este viernes, en un plenario de varias horas, se debatió el asunto, ocasión en la que -según las fuentes- la mayoría votó en contra del planteamiento de la defensa de Arancibia Clavel.
El general Prats, quien comandó el Ejército de Chile durante gran parte del gobierno del socialista Salvador Allende, y su esposa se refugiaron en Buenos Aires tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973.
Repercusiones en casos de DD.HH. locales
La Corte Suprema argentina, con otra composición, había declarado imprescriptibles los crímenes de lesa humanidad en 1995, cuando avaló la extradición reclamada por Italia del ex oficial nazi Erich Priebke, pero en aquella ocasión lo hizo con argumentos del Derecho Internacional.
La difusión del veredicto en el caso Prats es esperada con ansiedad por los familiares de las víctimas de la última dictadura militar argentina, ya que contendría antecedentes para convalidar la nulidad parlamentaria de las llamadas leyes de Punto Final y de Obediencia Debida.
Por esas polémicas normas fueron eximidos de responsabilidad unos 2.000 militares y policías acusados de violaciones a los derechos humanos, pero muchos de ellos han sido nuevamente procesados y encarcelados por jueces de primera instancia cuando el Parlamento anuló el año pasado esas leyes.
No obstante, los defensores de los acusados objetaron esos procesos judiciales con el argumento de que sólo le corresponde a la Corte Suprema decretar la inconstitucionalidad de una ley, un asunto que el máximo tribunal recién debatirá a finales de año, cuando se integre su noveno magistrado. (EFE)
