Ha habido "coincidencias que generan sospechas", dijo a Cooperativa el exfiscal Luis Toledo, al comentar este viernes la serie de robos y vulneraciones de protocolos de seguridad en reparticiones públicas que, a su juicio, "escapan de aconteceres normales".
La ola de hechos delictuales comenzó en el Ministerio de Desarrollo Social, donde un sujeto se hizo pasar por el titular de la cartera, Giorgio Jackson, tras lo cual se sustrajeron 23 notebooks y una caja de seguridad.
Días después se fueron denunciando otros episodios en esa misma línea. Así, se descubrió que también se habían robado computadores en el Ministerio de las Culturas, en Bienes Nacionales, en dos sedes de la Corporación de Asistencia Judicial en sus sedes de San Ramón y La Cisterna, más otro robo en el Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género de Temuco.
"Al inicio de una investigación nada es descartable. En consecuencia, lo que procede es completar cada una de las diligencias y ver la conexión que puedan tener cada uno de estos robos. Hubo coincidencias, por así decirlo, que generan sospechas", afirmó el actual director del Centro de Estudios para la Acción y Prevención en Seguridad Pública y Crimen Organizado de la Universidad San Sebastián en entrevista con El Diario de Cooperativa.
Toledo recordó que, en el marco de la indagatoria del caso convenios, "el día anterior (al primer robo), al Ministerio de Desarrollo Social concurre, según se sabe, la PDI para incautar computadores o hacerse de parte de los servidores o de información contenida en los servidores; se les niega el acceso o no se les otorga lo que piden voluntariamente; (los policías) van a obtener la orden judicial y esa misma noche se produce el robo de computadores, no aparece la caja fuerte. En fin, hay una serie de situaciones que causan suspicacias".
Subrayó, sin embargo, que "no todas las suspicacias son realidades probatorias ni menos lo que ocurrió realmente".
En tal sentido, Toledo calificó la designación de Tania Sironvalle, persecutora de Análisis Criminal y Focos Investigativos, como fiscal especial para indagar todos estos actos como "una decisión concreta, real y adecuada, bien orientada para la investigación de todos estos robos que escapan de aconteceres normales".
"De las reparticiones públicas siempre se están hurtando o robando, pero en este caso en particular una persona se hace pasar por el ministro (...), pero para saber si existe conexión, intención de eliminar evidencia o que está detrás de esto una organización que se dedica a robar computadores para luego revenderlos o para reducirlos, es materia de la investigación y todo es necesario investigarlo o descartarlo", complementó.
"FALSA DICOTOMÍA" ENTRE SEGURIDAD Y LIBERTADES
El exfiscal también tuvo palabras para la última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), que reveló que la delincuencia sigue siendo la mayor preocupación de los chilenos y que la mitad de la población se muestra de acuerdo con restringir garantías para combatir la inseguridad.
De acuerdo al sondeo, un 50% de los sondeados se manifestó a favor de "suprimir las libertades públicas y privadas para controlar la delincuencia".
En contraste, un 14% indicó que era prioridad que se garanticen las libertades públicas y privadas, aunque eso dificulte controlar la delincuencia, y un 32% se encuentra en una situación intermedia.
Según apuntó Toledo, plantear que hay que restringir libertades en pos de una mayor seguridad "es una falsa dicotomía".
"Habría que profundizar en la pregunta, simplemente porque con esa información da la sensación de que la gente podría estar de acuerdo con suprimir gran parte de sus propias libertades en favor de la seguridad público y yo creo que depende. La gente va a quererlo en la medida que no afecte su propia situación de vida", planteó.
El académico de la U. San Sebastián sostuvo que "hoy día las personas ya ven afectadas sus libertades por el avance de la delincuencia en ciertos sectores y eso nadie se los preguntó. Yo creo que habría que profundizar qué tipo de libertades (están dispuestas a suprimir), en qué condiciones y sobre qué situaciones".
"Lo que se pretende es que los bordes de la convivencia social estén asegurados, pero hoy día, en ciertos sectores de nuestra convivencia de nuestro país, no es posible ni siquiera salir a comprar a la esquina en algunas partes. Creo que todos podemos podemos consensuar que ahí sí se requiere una visión un poco más represora de la libertad en pos de una seguridad, pero momentáneo, hasta que se logre la seguridad. Es por un momento, pero midiéndolo", concluyó.