El seremi de Vivienda de la Región de O'Higgins, Wilfredo Valdés, descartó renunciar a su cargo debido a la polémica que lo salpica en el marco del llamado caso Caval.
Valdés fue denunciado ante la Fiscalía por parlamentarios de Renovación Nacional como presunto autor del delito de "violación de secreto", debido al papel que jugó como tasador de los terrenos de Machalí que compró la empresa de la nuera de Michelle Bachelet, y cuya posterior venta le reportó ganancias por 2.500 millones de pesos.
Según explicó Valdés en declaraciones al diario El Rancagüino, esto fue sólo una "coincidencia".
Contó que en 2013 ejercía privadamente su profesión de arquitecto prestando servicios a Madrid y Peña Ltda, una empresa que había ganado la licitación para realizar tasaciones para el Banco Santander en varias regiones.
En el marco de dicha labor Madrid y Peña, tras el requerimiento del Banco -que finalmente negó el préstamo de 10 millones de dólares a Caval-, le asignó una reunión con Mauricio Valero, propietario del 50 por ciento de la empresa, a quien hasta entonces no conocía.
"Ahora me entero que esa persona era uno de los socios de Caval, pero en esa época era simplemente eso: el contacto con el banco", afirmó el hoy secretario regional ministerial, quien negó haber tenido cualquier tipo de comunicación posterior con Sebastián Dávalos o personeros de la empresa.
"Mi única relación con el caso es la desagradable coincidencia de haber sido el tasador del terreno", dijo Valdés, quien hoy reasumió sus funciones y se reunió con la intendenta Morin Contreras, tras lo cual negó a El Rancagüino estar considerando una dimisión.
"La renuncia o no renuncia no tiene que ver con lo que diga o no el diputado de derecha. Tiene que ver con otra cosa que es más importante que todo ello, contar con la confianza de las personas que a mí me nombraron. Mientras la gestión se esté desarrollando de buena forma, mientras haya claridad sobre los temas que se están hoy día tratando y cuente con la confianza de mis superioras, la intendenta y la ministra (Paulina Saball), no veo razón para un acto de ese tipo", manifestó.
"No tengo nada que ocultar"
En declaraciones a la Red O'Higgins de Televisión Nacional Wilfredo Valdés insistió en sus explicaciones y aseveró que no tiene "nada que ocultar".
"Mi único rol en toda esta situación es haber tasado un terreno durante mi desarrollo en el mundo privado para un banco que, finalmente, ni siquiera dio el crédito (para su compra). Por lo tanto, no tengo nada que ocultar respecto a eso y no hay nada que me preocupe al respecto", dijo.
"En rigor yo fui a visitar el terreno como tasador, y como tasador estoy obligado a tomar contacto con la persona que el banco define como contacto, no lo defino yo. Esa persona –nos enteramos todos por medios de prensa actualmente- resultó ser uno de los socios de la empresa (Valero), cosa que no es habitual en un proceso de tasación. Ese contacto, la persona que te recibe en terreno, tiene por objeto poder abrir la propiedad que uno va a visitar, poder mostrar de qué se trata y nada más", señaló el seremi, que aseguró no haber conocido previamente al empresario "por ningún motivo".
Con apoyo del Gobierno
Desde La Moneda el ministro vocero, Álvaro Elizalde, afirmó que Wilfredo Valdés cuenta con apoyo para seguir en sus actuales funciones.
"Todas las autoridades, en la medida en que permanezcan en sus cargos, obviamente cuentan con el apoyo del Gobierno" y "no se les ha quitado la confianza", dijo Elizalde, que ante preguntas directas de la prensa enfatizó que Valdés "sí sigue" como seremi de Vivienda.
En cuanto a la investigación judicial del caso, el vocero llamó a dejar "que la Fiscalía haga su trabajo en el marco de su autonomía, conforme a lo que corresponde a un Estado de Derecho".
Interrogado por las críticas surgidas desde el oficialismo al manejo del Ejecutivo ante el escándalo, comentó Elizalde: "Yo soy vocero de Gobierno, no soy exégeta de las opiniones que en un país democrático dan a conocer los dirigentes políticos".
El portavoz también fue consultado por el juicio laboral que enfrentará a partir de abril Caval, la empresa de Natalia Compagnon y en la que en 2013 trabajaba como gerente de Proyectos Sebastián Dávalos, el hijo de la Presidenta.
"Reitero lo que señalé ayer: éste es un juicio laboral del cual el Gobierno no forma parte. Por lo tanto, no le corresponde al Gobierno opinar al respecto", dijo escueto.