Un grupo transversal de expertos convocados por el Gobierno para analizar el proyecto de rebaja de la jornada laboral de 45 a 40 horas recomendó que su tramitación se suspenda temporalmente, debido a los efectos de la crisis social en la economía.
La comisión encabezada por el subsecretario del Trabajo, Fernando Arab, estuvo conformada por los economistas Andrea Repetto; Rodrigo Valdés; Rodrigo Vergara; Vittorio Corbo y José de Gregorio; los abogados Carmen Domínguez; Marcelo Albornoz; Osvaldo Andrade y Carlos Boada, además de otros profesionales, según El Mercurio.
El trabajo de la mesa concluyó el viernes, y el informe final de 42 páginas ya fue entregado este fin de semana al Presidente Sebastián Piñera.
De acuerdo al documento, la mayoría de los integrantes aconseja pausar la tramitación de la iniciativa impulsada por Camila Vallejo y Karol Cariola del Partido Comunista, "atendido el delicado contexto económico del país y sus proyecciones en materia de crecimiento y desempleo para los próximos trimestres".
"La experiencia internacional sugiere que reducciones de jornada que se producen en situaciones de desempleo alto tienden a producir bajas en el empleo de las personas con las consecuentes pérdidas de ingreso. Esto es además importante desde una mirada de la calidad de vida y salud mental de las personas, ya que un determinante importante es justamente las oportunidades de tener empleo", detalla la comisión.
Sin embargo, la mesa estuvo dividida respecto al mejor momento para implementar la medida. Algunos apuntan a la necesidad de generar una instancia gubernamental que incluya a organizaciones de trabajadores y empresarios, para que "analice las condiciones económicas y sociales que deban ser consideradas para su efectiva aplicación".
En tanto, otro grupo recomienda que el escenario adecuado se podría determinar analizando parámetros como la tasa de desempleo y de crecimiento que gatillarían el inicio del proceso.
Gradualidad y adaptabilidad
El documento también reafirma la necesidad de reducir la jornada gradualmente, ante eventuales efectos negativos como "bajas de empleo y de salarios", y la mayoría de la mesa planteó que esta gradualidad se aplique en un plazo de cinco años y sin distinciones por el tamaño de la empresa, a diferencia de lo aprobado en la Comisión de Trabajo de la Cámara.
El informe propone dos fórmulas para lograrlo: la primera es implementar una gradualidad escalonada, en la que al término del tercer año la jornada bajaría de 45 a 42 horas promedio, y a fines del quinto año se reduciría de 42 a 40 horas.
La otra opción sería derechamente sin escalonamiento, por lo que la rebaja se efectuaría de una sola vez, aunque cinco años después de que la ley entrara en vigencia.
Asimismo, la comisión aboga por medidas de adaptabilidad "que permitan reconocer la heterogeneidad en las formas de producción y de remuneración de los trabajadores".
Por ejemplo, cambiar la distribución semanal de la jornada de trabajo consagrada en el Código del Trabajo, y permitir que la jornada se calcule sobre la base de un período de referencia mensual.
El informe también propone que la distribución se haga por un período mayor —hasta un cuatrimestre—, pero solo en cuanto esto se decida en un acuerdo colectivo entre empleadores y trabajadores.
Asimismo, remarcan que la duración de la jornada debe ser limitada: no se puede superar las 10 horas de trabajo diarias, y la jornada laboral semanal debe ser de un máximo de seis días, con uno de descanso.