El doctor Eric Feigl-Ding, epidemiólogo y economista de Salud en la Universidad de Harvard (EE.UU.), dedicó este martes un largo hilo en Twitter para explicar al mundo su tesis de por qué la segunda ola del Covid-19 no da tregua en Chile y ha puesto al país al borde del colapso hospitalario, pese a su exitoso proceso de vacunación.
Feigl-Ding, uno de los principales representantes de la Federación de Científicos Estadounidenses (FAS, por sus siglás en inglés), abordó el caso chileno a propósito de la publicación de un reportaje del diario The New York Times, que da cuenta que, según los expertos, al flexibilizar las restricciones de viaje, escuelas y actividades económicas, "se creó la falsa sensación de que lo peor de la pandemia había pasado".
"Chile cometió un error crítico: su Gobierno alivió las restricciones a los viajes, los negocios y las escuelas demasiado pronto, creando una falsa sensación de confianza en que la pandemia había terminado. Este siempre ha sido mi miedo", señaló el experto de Harvard tras compartir el artículo del Times.
"Mi opinión: lo he dicho muchas veces antes que este era mi mayor temor, incluso más que las mutaciones. Que en el momento en que comencemos a vacunar, los líderes políticos serán presionados para reabrir inmediatamente antes de que se vacune a suficientes personas. Y la presión política aumentará cada vez más", planteó.
Según Feigl-Ding, "especialmente después de vacunar a los ancianos, la presión sobre los políticos será tan grande que luego abrirán las puertas para celebrar el éxito de su programa de vacunas y tratarán de capitalizar políticamente la euforia de reapertura inmediata. Pero pondrán en peligro más debido a que la llegada de las vacunas le dará al público en general la sensación de que la pandemia básicamente ha terminado siempre que haya matices críticos de eficacia, retraso en el tiempo, falta de inmunidad colectiva de la vacuna hasta el 75-85% de la población vacunada (incluso mayor si es una variante más contagiosa)".
"Esta euforia y una falsa sensación de éxito harán que las personas se vuelvan aún más temerarias y más arrogantes en sus comportamientos personales, lo que puede llevar a que las personas propaguen más el virus entre los no vacunados y recién vacunados con una protección incompleta todavía", añadió.
A reglón seguido, y acerca de la gran cantidad de pacientes internados en Chile, el especialista recalcó que "una propagación más rápida y una gravedad baja producirán más hospitalizaciones totales".
Además, subrayó que Chile está utilizando mayoritariamente la vacuna CoronaVac de SinoVac, "que en Brasil solo registró una eficacia del 50,4% para el total de infecciones sintomáticas. (Es 78% efectivo para prevenir casos leves que necesitan tratamiento y 100% efectivo para casos moderados a graves)".
EL REPORTAJE DE THE NEW YORK TIMES
"A pesar de la rápida campaña de vacunación contra la Covid-19 en Chile, los casos aumentan" es el título del reportaje de los periodistas Pascale Bonnefoy y Ernesto Londoño para The New York Times.
El artículo recoge que "los expertos afirman que la rápida y eficiente campaña de vacunación del país —solo Israel, Emiratos Árabes Unidos y Seychelles han vacunado a una proporción mayor de su población— dio a los chilenos una falsa sensación de seguridad y contribuyó a un fuerte aumento de nuevas infecciones y muertes que ahora sobrecarga el sistema de salud".
Al respecto, la doctora Denise Garrett, epidemióloga del Instituto de Vacunas Sabin en Washington D.C., EE.UU., dijo al rotativo que "cuando las tasas de transmisión son altas, la vacuna no frena de inmediato las nuevas infecciones" y que, "con las nuevas variantes, que son más contagiosas, no es probable que veamos un gran impacto hasta que la gran mayoría de la población esté vacunada".
El Times remarcó que "la gravedad de la crisis en Chile se hizo evidente el domingo", cuando el Presidente Sebastián Piñera pidió al Congreso Nacional que retrasara seis semanas la votación prevista para principios de abril para elegir a los representantes que redactarán una nueva Constitución y a otros funcionarios.
"Aunque más de seis millones de los 18 millones de personas del país han sido vacunados, un aumento de los contagios ha dejado a las unidades de cuidados intensivos operando con pocas camas de sobra y el sistema en un punto límite", recogió el reportaje.
En este contexto, la doctora Francisca Crispi, presidenta metropolitana del Colegio Médico, reveló que entre el 20 y el 30 por ciento del personal sanitario ha pedido licencia porque están muy agotados.
Muchos tienen problemas de salud mental e ideaciones suicidas, añadió.
"Nadie duda que el proceso de vacunación ha sido un gran éxito. Pero se transmitió un falso mensaje a la ciudadanía de que, como ya estamos vacunando, se acaba la pandemia", expuso la líder de la sede de la orden en Santiago.