La práctica que puso en jaque a las compañías de telefonía tras la implementación de la portabilidad

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Autor: Cooperativa.cl

La acción es conocida como "amago de portabilidad".

El cliente inicia el trámite para motivar a que su actual compañía le ofrezca mejores beneficios en una contraoferta.

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La práctica conocida en Europa como "amago de portabilidad" y realizada por los usuarios que buscan obtener mejores beneficios del servicio que están obteniendo, condujo a un estado de alerta a las compañías proveedoras de telefonía.

ImagenCuando una persona inicia una gestión para cambiarse de compañía, obliga a la firma receptora a ponerse en contacto con la donante. Desde ese momento la segunda queda sobre aviso de que quien solicitó el traslado quiere dejar de formar parte de su nómina, con lo que inicia un plan para hacer que cambie su opinión y se quede con sus actuales servicios.

Usualmente, la estrategia de contraoferta es rebajar los costos de los servicios, pero también se pueden modificar a favor del usuario las condiciones del contrato o ofrecer teléfonos celulares de última generación a un precio rebajado e, incluso, a costo cero.

Inconvenientes para el cliente

Muchos españoles utilizaron esta fórmula sin intención de irse a la compañía receptora, esperando algo a cambio. Pero el problema puede surgir cuando la empresa no tiene interés en retener al cliente o simplemente no hace una contraoferta, entonces la persona termina en la receptora sin siquiera haber evaluado las consecuencias de su acción.

Por otro lado, existe la posibilidad de que por regulaciones establecidas con anterioridad, el proveedor tenga prohibido acercarse al cliente para entablar algún tipo negociación que lo disuada de su decisión de cambiarse.

También se dio el hecho de que la tentación que se ofrece para permanecer no es la esperada, porque no le ofrecieron lo mismo que a "un conocido". De ahí surge el factor de que no a todos los clientes se les ofrecerá lo mismo, lo que dejará sin cumplir las expectativas.

Ahora bien, los proveedores deben tener en consideración que no todos sus abonados van a iniciar un proceso de portabilidad por hacer un "amago", si no que hay instancias en las que simplemente están disconformes con lo que se entrega y buscan dejarlo atrás.

Aunque un estudio realizado por la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones español (CMT) reveló que un 40 por ciento de las gestiones de portabilidad fueron realizadas a modo de realizar un "amago".

Plan de contención

Ante la práctica, las empresas se vieron en la obligación de reaccionar, sobretodo al ponerse en el rol de receptora. Fue así que optaron por implementar la exigencia de una fianza (que en ciertos casos rondaba los 50 euros o 38 mil pesos) al iniciar una solicitud de movilidad.

Así se exigía el pago de un monto al cliente cuando se llenaba el formulario, el cual se devolvía una vez que el solicitante estuviera incorporado definitivamente a la nómina de la nueva compañía. Y, en el caso de que concretara un "amago", la receptora se quedaba con esa cantidad de dinero, a modo de castigo para quien cancelaba una portabilidad voluntaria.

Poco después el CMT estableció que este tipo de iniciativas son ilegales y sólo se autorizaba "a cobrar 42 céntimos (alrededor de 300 pesos) por cancelar la portabilidad fija. En el caso de las portabilidades móviles, está terminantemente prohibido cobrar un depósito o fianza".

Bajo términos legales, el plan de contención para el "amago de portabilidad" principalmente es reducir espacio de tiempo dentro del cual se hace el cambio de donante a receptora. Un corto plazo para concretar la movilidad le quita tiempo a la donante para hacer una contraoferta, lo cual imposibilita al cliente interesado para recibir "tentaciones" y permite el avance del proceso de portabilidad sin dar pie a cancelaciones por este tipo de razones.

En Chile se estableció un periodo de 24 horas para realizar el cambio, con un apagón comunicacional para el cliente que tendría lugar entre las 02:00 y las 04:00 horas para dar cabida a los ajustes técnicos que hacen efectivo el traslado. Una medida que ya se perfila como una fórmula para evitar acciones como el "amago de portabilidad".

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