Once naves pesqueras chinas, acusadas de dedicarse a la pesca ilegal, se encuentran navegando por la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Chile y están siendo monitoreadas "de cerca" por la Armada, pese a que no han realizado faenas de extracción, informó este lunes la institución.
"Setenta y siete naves ya se encuentran en tránsito dentro del área de responsabilidad nacional, de las cuales solo 11 transitan por nuestra Zona Económica Exclusiva (ZEE), sin hacer uso de sus aparejos ni efectuar faenas de pesca", indicó la Armada en un comunicado.
Dedicada a la explotación de calamares y otras especies, la flota china tiene dimensiones masivas: 432 pesqueros y 17 naves de apoyo logístico, que fueron detectadas el pasado agosto en torno al archipiélago ecuatoriano de Islas Galápagos y desde entonces navegan cerca de Ecuador, Perú y Chile.
La semana pasada la Armada chilena anunció la inclusión del buque de guerra "Almirante Montt" a los escuadrones de vigilancia que mantienen información actualizada sobre la flota, señalada por ambientalistas de practicar la pesca ilegal en reservas marinas y áreas protegidas.
Según denunció el pasado octubre la ONG internacional Oceana, algunas de estas naves están apagando sus "sistemas de identificación automática" para no ser detectadas.
Si bien las leyes marítimas internacionales no prohíben el tránsito en las ZEE de los países, los barcos extranjeros no pueden pescar dentro de sus límites y, en caso de ser sorprendidos depredando los recursos naturales chilenos, las naves serían apresadas y derivadas a puerto, agregó la Armada.
Chile, uno de los grandes exportadores mundiales de productos del mar y con gran parte de sus aguas protegidas, prohibió en 2019 la pesca de arrastre del calamar y solo permite el método artesanal, lo que ha llevado a otros países a fijarse en este recurso que ahora pueden encontrar en mayores cantidades, de acuerdo a la poderosa industria pesquera
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDR) alcanza cada año 26 millones de toneladas (equivalente al 15 por ciento de la producción mundial registrada) y mueve cerca de 23.000 millones de dólares.