Henríquez, quien colabora como músico invitado con el grupo sanmiguelino sostuvo que los recitales con que recorren varios escenarios chilenos y mexicanos, es "una cosa histórica yo creo, no quiero decir con histórico que es lo más importante que haya pasado en los últimos diez años en Chile, pero si creo que tiene una importancia para la música chilena".
"Hay una cosa como inédita, que no existía antes, esto de colaborar por ejemplo, de ser capaz de estar en dos grupos, en mi caso al menos, la buena onda de Jorge (González) y Miguel (Tapia) de invitarme a tocar", dijo.
Agregó que también es destacable el hecho de tocar con Café Tacuba, "porque Los Prisioneros son ochenta, nosotros somos de los noventa, los Tacuba también, entonces son muchas cosas mezcladas y creo que por lo mismo es tan especial que va a ser algo, que quizás va a ser recordado en el tiempo".
Similares conceptos tuvo el baterista de Los Prisioneros Miguel Tapia quien señaló que "lo que estamos viendo ahora, lo que nos está tocando ver es una cosa super grande, importante. Con el tiempo se va a ver esto como una gran oportunidad de haber visto dos bandas y a un músico como el Alvaro (Henríquez) juntos y pasándolo tan bien juntos".
En tanto, el tecladista de Café Tacuba, Emmanuel del Real, sostuvo que "para nosotros sigue siendo música y poderla compartir y disfrutar con los grupos que te gustan, que mejor. No sé si es una cumbre o si no lo es", pero que "en general la pasamos muy bien".
La banda mexicana fue la que se robó la noche y la que hizo vibrar al público -en su mayoría jóvenes-, con el show que desplegó y la excelente calidad interpretativa que demostró poseer.
La primera parte del recital recorrieron temas de su nueva placa, "Cuatro caminos" y más avanzada la noche usaron sus caballitos de batalla como "Ingrata", "El baile y el salón", "Ojalá que llueva café" y otros tantos. Tampoco faltaron las canciones del disco "Vale Callampa", donde presentan sus propias versiones de clásicos de Los Tres.
Alvaro Henríquez subió a escena para acompañarlos en la interpretación de "Tírate", original de la disuelta banda nacida en Concepción. Luego vino el turno de Jorge González quien cantó "Cómo te extraño" de Leo Dan.
Cuando llegó el turno de Los Prisioneros y comenzaron los sones de "La voz de los ochenta" el público se entusiasmó por lo que vendría, pero poco a poco este interés fue decayendo, quizás porque a Henríquez se lo veía muy encasillado en su rol de guitarrista o al mismo González cuando confesó que le costaba cantar algunos temas, por lo rutinario que le parecían.
La cosa se prendió nuevamente cuando uno a uno comenzaron a sumarse a escena Angel Parra, Roberto "Titae" Lindl, además de Nicolás Torres y Camilo Salinas baterista y tecladista de Los Pettinellis, respectivamente, y por supuesto Rubén Albarrán, vocalista de Café Tacuba, quienes recurriendo al repertorio de Los Tres terminaron por eclipsar lo hecho en solitario por Los Prisioneros.
