El Congreso Nacional General (CNG), considerado el gobierno libio rebelde, eligió este miércoles a su vicepresidente primero, Awad Abdel Sadek, como nuevo jefe del equipo negociador con la ONU, y le encomendó que lidere el diálogo convocado para mañana en Ginebra.
Abdel Kader Hoila, uno de los portavoces del CNG, explicó que Abdel Sadek fue designado tras una sesión celebrada en Trípoli, sede de los rebeldes, a la que asistieron 102 diputados y aseguró que viajará a la ciudad suiza junto a cuatro parlamentarios.
Abdel Sadek sucede en el cargo a Salah al Mahzum, vicepresidente segundo que presentó su renuncia la semana pasada, un día antes de que la ONU, Trípoli y el gobierno internacionalmente reconocido con sede en Tobruk se citaran nuevamente en la ciudad marroquí de Skhirat para tratar de zanjar la negociación.
El CNG se ausentó de aquella cita, alegando una vez más que el enviado especial de la ONU para el conflicto en Libia, Bernardino León, había vuelto a ignorar las propuestas del gobierno que controla Trípoli.
León y una delegación del CNG negociaron este miércoles hasta altas horas de la noche en Estambul para desbloquear la negociación y tratar de convencer al gobierno instalado en la capital de que acudiera a la reunión de Ginebra.
Libia es un estado fallido, víctima del caos y la violencia diaria, desde que en 2011 la comunidad internacional apoyara el alzamiento rebelde y contribuyera militarmente a la caída del régimen dictatorial del coronel Muammar Gaddafi.
Desde entonces, el país está dividido, con un gobierno rebelde en Trípoli y otro internacionalmente reconocido en Tobruk, que luchan por el control de los recursos naturales apoyados por ex miembros del antiguo régimen gaddafista, islamistas, líderes tribales y señores de la guerra que trafican con armas, drogas y personas.
De la división se benefician grupos yihadistas afines al Estado Islámico y a Al-Qaeda en el Magreb Islámico, que en los últimos meses han ampliado su poder e influencia en el país, donde no cesan los combates.