El atentado con camiones bomba perpetrado el sábado por supuestos miembros de la organización terrorista Al Shabab en Mogadiscio, capital de Somalia, acabó con la vida de 215 personas y causó también más de 350 heridos, confirmaron fuentes sanitarias a Efe.
El ataque al hotel Safari y un concurrido mercado de la ciudad es el peor que ha vivido Mogadiscio en tres décadas. Según los medios locales, la gran mayoría de los fallecidos eran civiles, principalmente vendedores ambulantes que comerciaban en una de las calles más transitadas de la ciudad.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), por su parte, confirmó hoy domingo en un comunicado que cuatro de sus cooperantes locales fallecieron en el atentado, un balance que podría aumentar ya que hay varios miembros de la organización desaparecidos.
El presidente de Somalia, Mohamed Abdullahi Farmajo, decretó tres días de luto e hizo un llamamiento urgente a la población para que donase sangre a los hospitales, que están desbordados tratando de salvar la vida a los heridos.
El gobierno, que convocó una reunión de emergencia para reaccionar al atentado, ha desplegado más tropas para tratar de encontrar supervivientes.
Los expertos aseguran que los terroristas de Al Shabab -que aún no ha reclamado su autoría- planearon este atentado debido a la debilidad de un Ejecutivo dividido por los conflictos internos que no consigue establecer una relación cercana con los jefes del Ejército, razón por la que el ministro de Defensa, Abirashiid Abdullahi Mohamed, dimitió el pasado jueves.
Este país del este de África vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin un gobierno efectivo y en manos de milicias radicales islámicas y señores de la guerra.