Honduras ve la compra de 10 aviones de combate por parte de El Salvador a Chile "como una amenaza abierta" del vecino país para no cumplir la sentencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de 1992, que definió un contencioso limítrofe entre ambas naciones, informó una fuente oficial.
El asunto de la compra de los 10 aviones A-37 a Chile que oficializó El Salvador, "lo hemos analizado como una abierta amenaza para la implementación de la sentencia", dijo la canciller hondureña, Mireya Agüero, en declaraciones a la radio HRN en Tegucigalpa.
Añadió que la adquisición de los aviones y las pretensiones salvadoreñas sobre el islote Conejo, en el Golfo de Fonseca (Pacífico), fueron analizados la noche del miércoles en una reunión del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad, convocada por el presidente hondureño, Porfirio Lobo.
En la reunión se habló de "los espacios marítimos en el Pacífico hondureño y a la luz de esa adquisición de un número importante de aviones A-37 por parte del Gobierno de El Salvador", subrayó la ministra de Relaciones Exteriores.
"El análisis que se hacía ayer en la noche es poner sobre la mesa por qué se teme a la ejecución de una sentencia de la CIJ, por qué considerar que el Gobierno de El Salvador considera como una amenaza a su soberanía el carácter obligatorio e inapelable de una sentencia", indicó la jefa de la diplomacia hondureña.
Las autoridades de Honduras han concluido que los "movimientos armamentistas" del vecino país dejan abierta la "posibilidad de parte de El Salvador de querer crear un escenario bélico hipotético en el Golfo (de Fonseca)", según Agüero.
Ante esa situación, Honduras recurrirá "nuevamente al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas" y "a la instancia regional solicitando que se nos apoye en la aplicación de la sentencia" de la CIJ, del 11 de noviembre de 1992, fallo que definió los límites fronterizos entre los dos países centroamericanos.