Con contraataques cada vez más precisos y frecuentes tras la llegada de armamento occidental, Ucrania confía en defender sus posiciones en el este y recuperar territorios del sur a la espera de más ayuda, mientras Rusia amenazó este domingo con la llegada del "juicio final" si Kiev accede a atacar Crimea.
"Ucrania ha resistido los brutales ataques de Rusia. Ya hemos conseguido liberar parte del territorio ocupado después del 24 de febrero. Poco a poco liberaremos otras zonas de nuestro país que actualmente están bajo ocupación", dijo en un discurso el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Este fin de semana, fuentes militares ucranianas revelaron que esperan próximamente recibir dos baterías de sistemas de defensa antiaérea NASAMS, para cuyo manejo los militares ucranianos ya están siendo entrenados. Los NASAMS son sistemas antiaéreos fabricados en Noruega con capacidad para alcanzar objetivos en un radio de 25 kilómetros.
Ucrania también recibe de sus socios occidentales los sistemas estadounidenses HIMARS y los británicos M270. Precisamente los HIMARS, según el ministro de Defensa, Oleksiy Reznikov, han permitido cambiar el curso de los combates a favor de Kiev.
Además, para finales de 2022, Kiev espera la llegada de modernos sistemas antiaéreos alemanes IRIS-T.
RUSIA ADVIERTE QUE CRIMEA NO SE TOCA
Pero ninguno de estos equipos puede ser utilizado contra Crimea, anexionada por Moscú en 2014, advierte Rusia.
"Las consecuencias (del eventual ataque a la península) son obvias. Si pasa algo parecido, para todos ellos enseguida llegará el día del juicio final. Será muy rápido y muy duro", dijo hoy el ex presidente ruso Dmitri Medvédev, actual vicepresidente del Consejo de Seguridad del país.
En un discurso, que recoge la agencia RIA Nóvosti, Medvédev aseguró que los objetivos de la campaña militar rusa, iniciada en febrero pasado, "serán cumplidos".
"Pueden estar seguros de que los objetivos de esta operación se cumplirán. Están relacionados con la eliminación (...) de las amenazas existentes para nuestro país", dijo.
El senador ruso Andréi Klishas abogó previamente por la "desmilitarización" y la "desnazificación" de toda Ucrania por amenazas de las autoridades de ese país de atacar Crimea.
"Las amenazas (...) de atacar Crimea o el puerto de Crimea prueban que hay que desnazificar y desmilitarizar toda Ucrania, porque de lo contrario siempre habrá una amenaza a nuestro territorio, nuestros ciudadanos y nuestra infraestructura", escribió Klishas en Telegram.
Fuentes del Ministerio de Defensa de Ucrania no descartaron previamente la posibilidad de usar los HIMARS, que Kiev comenzó a recibir en junio, para atacar objetivos militares en Crimea.
Pueden ser golpeados, en particular, los lugares de emplazamiento de los misiles rusos Kalibr, que a menudo son disparados desde la península, según los militares ucranianos.
También el asesor presidencial ucraniano Oleksiy Arestovych dijo la víspera que el puente de Crimea, cuya construcción Rusia concluyó en 2019, podría convertirse en blanco de un ataque en cuanto Kiev tenga tal "posibilidad técnica".