El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, dio un ultimátum a la milicia "Ejército del Mahdi" del clérigo chiíta Muqtada al Sadr para que abandone las armas en 72 horas, si no quieren que se les apliquen "graves castigos".
En un comunicado leído en la televisión estatal iraquí, el primer ministro apuntó que "aquellos que fueron engañados para levantarse en armas deberían rendirse y comprometerse por escrito a que no volverán a hacerlo".
El ultimátum de Maliki coincidió con la expansión de los enfrentamientos iniciados hace dos días en la provincia de Basora, en el sur de Irak, entre el Ejército iraquí y la milicia de Muqtada, a otras zonas del país como Bagdad y Kut, 150 kilómetros al sur de la capital.
El ministerio de Interior iraquí informó de que al menos 58 personas murieron y 250 resultaron heridas en combates en el barrio bagdadí de Ciudad Sadr, en el este de la ciudad, mientras que en Basora la cifra de víctimas asciende a 34 muertos y 134 heridos en dos días de enfrentamientos.
Maliki ordenó el inicio de la ofensiva en Basora el lunes pasado por la noche "para restablecer la seguridad y la estabilidad en la ciudad e imponer la ley frente a la presión contra su seguridad".
La ofensiva es considerada como un ataque contra la relación del clérigo chiíta con Irán, acusado por los EE.UU. de financiar y de armar a "grupos especiales", responsables de atentados con bombas la principal amenaza contra las tropas estadounidense. (EFE)