El Gobierno egipcio condenó este domingo la puesta en marcha de la primera turbina generadora de energía de la gran represa construida por Etiopía en el Nilo al considerarla "una violación más" del compromiso adquirido por Adís Abeba en 2015 para no afectar a los países situados río abajo.
"Después de haber empezado de forma unilateral en la primera y segunda etapa de llenado de la represa, (...) este paso se considera una violación más por la parte etíope de sus compromisos en virtud de la Declaración de Principios del año 2015", aseguró el Ministerio de Asuntos Exteriores Egipcio en un comunicado.
La nota fue publicada unas horas después de que el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, inaugurara la planta generadora de energía de la denominada Gran Presa del Renacimiento Etíope al poner en marcha la primera de las once turbinas que se prevé que tenga la gigantesca infraestructura.
El considerado mayor proyecto hidroeléctrico del continente africano y uno de los más grandes de su tipo en el mundo tiene enfrentados a Etiopía con Egipto y Sudán, que temen que afecte al caudal de agua del Nilo a su paso por sus territorios.
El acuerdo al que hizo referencia el Ministerio de Exteriores egipcio fue firmado en 2015 y establece que la represa no debe afectar a la economía, el caudal del río y la seguridad alimentaria de ninguno de los tres países.
Sin embargo, las negociaciones que se han llevado a cabo desde entonces no han logrado ponerlos de acuerdo, y Egipto y Sudán han acusado al Gobierno etíope de haber llevado a cabo las sucesivas fases del llenado de la represa de forma unilateral, sin haber pactado los mecanismos para evitar posibles afectaciones en la cantidad de agua que les llega.
Egipto considera este tema una cuestión de "seguridad nacional", ya que obtiene del Nilo el 90 por ciento del agua que consume.