El canciller argentino, Héctor Timerman, agradeció en Venezuela a los jefes de Estado y cancilleres del ALBA y de países invitados del Caribe el apoyo brindado a Buenos Aires en la disputa con Reino Unido por la soberanía de las Islas Malvinas.
Luego de que cinco nuevos países de la región decidieran prohibir el ingreso a sus aguas a barcos con bandera británica de las "Falkland", Timerman afirmó que esto "pone una vez más en evidencia que Malvinas es una causa de toda América Latina y el Caribe, y por eso Argentina no está sola, la que está sola es Gran Bretaña".
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"Malvinas es una causa de toda América Latina y el Caribe", dijo el ministro argentino. |
Ante mandatarios y cancilleres de Venezuela, Nicaragua, Cuba, Bolivia, Ecuador, San Vicente, las Granadinas, Antigua y Barbuda, Mancomunidad de Dominica, Granada, Haití, Santa Lucía y Surinam, Timerman destacó que "al igual que el Mercosur y la Unasur, cinco países enrolados en la ALBA se sumaron a prohibir el ingreso a sus puertos de buques con la bandera de las Islas Malvinas", y "ello ratifica que Argentina no está sola en el reclamo, la que lo está es Gran Bretaña".
Timerman detalló a Radio Nacional que durante el encuentro "hubo posiciones muy claras de los países de la ALBA y el Caribe respecto del apoyo al reclamo argentino", destacándose el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, quien reclamó "sanciones a Gran Bretaña si sigue negándose a cumplir las resoluciones de la ONU".
"La reunión fue muy positiva y hemos avanzado fuertemente en el apoyo de más países a nuestro reclamo por las islas Malvinas", celebró el canciller, quien manifestó la "preocupación argentina por los recurrentes actos unilaterales del Reino Unido en materia de explotación de recursos naturales y ejercicios militares".
En ese sentido aseveró que "el envío de barcos de guerra, la presencia de un heredero real con uniforme militar y la explotación pesquera y de hidrocarburos inconsulta en mares argentinos aporta una escalada innecesaria de la disputa y conlleva riesgos ambientales, lo que evidencia parámetros colonialistas".
Timerman acusó a Gran Bretaña de actuar "por encima del orden jurídico internacional y desoír las recomendaciones de la ONU y los llamados de los foros regionales a reestablecer el diálogo con Argentina".