La embajada de Irlanda en Londres tramitó durante el primer semestre de 2018 casi 45 mil solicitudes de pasaportes presentadas por ciudadanos británicos, ante la "creciente preocupación" por una salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) sin acuerdo.
El Comité del Brexit del Senado de la República de Irlanda publicó hoy miércoles cifras oficiales de la gestión de su misión consular en la capital del país vecino, en un informe que indica que la demanda de pasaportes "no tiene visos de descender".
Durante los primeros seis meses de 2018 se recibieron un total de 44 mil 962 solicitudes, casi tantas como en todo 2015, un año antes de que el electorado británico apoyase en un referéndum la salida del bloque comunitario, que será oficial el próximo 29 de marzo.
"Mientras que muchos en el Reino Unido están preocupados por el desastre que se avecina con el 'brexit', nosotros debemos aprovechar los aspectos positivos de esta nueva ola de personas que quiere conectar de nuevo con su herencia irlandesa", dijo el presidente del citado comité, el senador Neale Richmond.
Según el informe, la embajada en Londres tramitó 46 mil 229 solicitudes en 2015, 63 mil 453 en 2016 y en 2017 subió hasta las 80 mil 752, mientras que 2018, de mantenerse la tendencia, "será el año de más actividad".
Requisitos para acceder a la ciudadanía irlandesa
Richmond recordó que, de acuerdo con los tratados firmados entre ambos países, los ciudadanos de Gran Bretaña (Escocia, Gales e Inglaterra) que tengan padres o abuelos irlandeses tienen derecho a solicitar la nacionalidad irlandesa.
Todos los ciudadanos de la provincia de Irlanda del Norte ya tienen ese derecho, en virtud del acuerdo del Viernes Santo de 1998, el texto que puso fin a más de tres décadas de conflicto y actividad del IRA.
"Estimamos que al menos el 10 por ciento de la población del Reino Unido, sin contar a la de Irlanda del Norte, cumple con los requisitos y, ante la inminencia del 'brexit', muchos, entre ellos varios miembros de mi propia familia, están ejerciendo ese derecho", afirmó Richmond.
El senador opinó que después del divorcio entre Londres y Bruselas, las futuras relaciones anglo-irlandesas podrían "edificarse y reforzarse" a través de esa "ola" de nuevos ciudadanos, integrados en una "diáspora fuerte y conectada".