El ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson (Revolución Democrática), analizó su salida de la Secretaría General de la Presidencia (Segrpes) y la situación del Gobierno a pocos días de cerrar el año, asegurando que, pese a las dificultades, será una gestión que "no va a pasar desapercibida" en la historia.
En una entrevista publicada este domingo por La Tercera, el secretario de Estado destacó que "a nivel del gabinete no veo a nadie que esté tratando de pisar la cola o mostrar que hay una coalición por sobre la otra. (Al contrario) hay un equipo sumamente consolidado".
"Estamos haciendo cosas distintas que van a ser relevantes para el país. O sea, no creo que este gobierno vaya a pasar desapercibido en las páginas de historia", puntualizó Jackson, quien valoró también que el Gobierno pueda "congregar y juntar dos mundos (Apruebo Dignidad y la exConcertación)".
"Cuando hablamos de los temas de fondo, no tenemos tantas diferencias. Hay total coincidencia de hacia dónde deberíamos llegar en los próximos cuatro años. Quizá lo más complejo ha sido generar las confianzas", advirtió el exdiputado frenteamplista, quien, de todas maneras, aseguró estar optimista porque "hay un proyecto político común".
La alusión de Jackson a cómo figurará el actual Gobierno en las páginas de la historia recuerda a las palabras del propio Presidente Boric hace un mes, a propósito de la inauguración de la estatua de Patricio Aylwin en la Plaza de la Ciudadanía.
"Si alguna vez en el futuro lejano -somos muy jóvenes aún- se nos recuerda a los Cariola, Jackson, Vallejo, Boric de la actual generación como hoy se recuerda a Aylwin, Frei, Leighton, Tomic, Fuentealba; sin lugar a dudas habremos cumplido nuestro cometido", dijo Boric en dicha ocasión, el 30 de noviembre.
"EN PAZ" TRAS SU SALIDA DE LA SEGPRES
En cuanto al trabajo que desarrolla en la cartera de Desarrollo Social, Jackson detalló que con su "expertis parlamentaria y mi formación como ingeniero, creo que puedo aportar mucho más" que en la Segrpres, donde enfrentó varias polémicas.
"Estoy en paz. No guardo el rencor o el lamento de no estar más en la Segpres. Me entusiasma poder aportar para cambiar las políticas sociales", destacó el ministro al medio antes citado.
Sobre su salida del ministerio anterior, explicó que "evidentemente pesaron factores distintos a la planificación estratégica que podíamos tener. Entre otras cosas, pesó el historial que yo podía tener como parlamentario durante los últimos ocho años. También un proceso constituyente que cuestionaba mucho al Congreso, en particular al Senado".
"Probablemente, se sumaron errores no forzados de mi parte. Eso llevó a que el Presidente tomara -sabiamente- la decisión de hacer un cambio. Era lo que había que hacer para llevar adelante la agenda del gobierno", puntualizó Jackson, que también recordó la tesis de superioridad ética que realizó y que abrió una gran polémica en diversos sectores.
"No me refería a eso, sino que a cómo los gobiernos se orientan en torno a ideas, valores y principios. Y me refería más que nada al Gobierno de Sebastián Piñera, que tenía otra visión ideológica. Pero entiendo lo que eso significó y el peso que tuvo que lo dijera yo... Venía con una carga", admitió el exparlamentario en La Tercera.
PLEBISCITO: "YO ERA MÁS FATALISTA, PERO HOY LO MIRO DE MANERA MUY DISTINTA"
Jackson analizó también la dura derrota del Apruebo en el plebiscito de septiembre, indicando que aunque era "fatalista" en la previa, porque "pensaba que iba a ser muy difícil para el gobierno superar una derrota del proceso constitucional", hoy lo mira "de manera muy distinta".
"Es muy difícil pensar proyectos políticos en cuatro años. Ese es el principal clic que uno hace cuando te toca estar acá y ves cómo avanzan las semanas... Cuatro años es muy poco para pensar en los cambios que nosotros queremos hacer. Tienes que mover el timón de un barco grande que avanza lento. Entonces, el hecho de que se tuviera una Constitución que forzara y que mandatara a que los cambios tuvieran que ser más veloces era una apuesta arriesgada", reflexionó.
"Este traspié constitucional nos fuerza, por un lado, a conseguir otro acuerdo. Eso es lo que consiguieron los partidos políticos. Y, por otro lado, nos fuerza a que las reformas que tengamos que hacer quepan dentro del marco constitucional actual y nos permitan diseñar el Estado de bienestar".
¿Se perdió una batalla, pero no la guerra? ¿Eso quiere decir?, le preguntó La Tercera "Es una buena forma de ponerlo", cerró.