Este martes se presentó el estudio anual del Índice de Percepción de la Corrupción 2022, realizado por Transparencia Internacional, y reveló que Chile mantiene su puntaje respecto al año anterior, pero baja un puesto en todo el continente americano.
Este índice clasifica a 180 países de todo el mundo según sus niveles percibidos de corrupción en el sector público, con una puntuación en una escala de 0 (muy corrupto) a 100 (muy baja corrupción), el cual mostró que el promedio global se mantiene sin cambios durante más de una década (en 43 de 100).
El índice es liderado por Dinamarca (90), Finlandia y Nueva Zelanda (87). Además, apunta a que más de dos tercios de los países obtuvieron puntajes por debajo de 50, mientras que 26 países han caído a sus puntajes más bajos hasta el momento. Pese a los esfuerzos, 155 países no han logrado avances significativos desde el 2012.
El estudio señala que la paz mundial "se ha estado deteriorando durante 15 años" y que la corrupción "ha sido tanto una causa clave como un resultado de esto", ya que "socava la capacidad de los gobiernos para proteger a las personas y erosiona la confianza pública, provocando más y más difíciles de controlar las amenazas a la seguridad".
Asimismo, los países de la región con la puntuación más alta, Europa Occidental y la Unión Europea, también "han estado estancados durante más de una década o han disminuido en los últimos cinco años". Mientras que los países con puntajes bajos "tampoco pueden lograr un progreso significativo" debido a las crisis que se presentan en muchas partes de América, Europa del Este y Asia Central y Pacífico, y África Subsahariana.
¿QUÉ PASA CON CHILE?
El promedio de la región -que abarca desde América del Norte hasta Sudamérica- se mantiene en 43, donde dos tercios de los países obtuvieron una puntuación inferior a 50. Chile obtuvo una puntuación de 67, la misma que en el año 2021, ocupando también la misma posición a nivel mundial (lugar 27). Sin embargo, bajó un puesto en el ránking de América, debido a que Estados Unidos subió dos puntos en su evaluación.
Así, el ránking de la región lo lideran Canadá y Uruguay, con 74 puntos; seguido por Estados Unidos, con 69. "La corrupción en América Latina ha debilitado a las instituciones públicas y ha facilitado que prosperen las redes criminales, desestabilizado a los gobiernos y exacerbando la violencia en la región. Este círculo vicioso afecta en particular a las poblaciones más marginadas, como las personas indígenas y afrodescendientes; las comunidades LGBTQ; y las mujeres y niñas", indica el estudio.
En conversación con El Diario de Cooperativa, la directora ejecutiva de Chile Transparente, María Jaraquemada, afirmó que "los resultados de Chile se pueden ver con el vaso medio lleno o el vaso medio vacío. Si nosotros miramos efectivamente el promedio mundial es 43 de 100 puntos y Chile tiene 67, o sea estamos bastante sobre el promedio mundial, estamos más cercanos al promedio de los países de la OCDE (...). Nosotros estamos en la parte superior de la tabla, estamos dentro del mejor cuarto de los 180 países evaluados".
Pese a lo anterior, Jaraquemada aseguró que "Chile presenta un estancamiento en su puntaje desde el año 2017, nosotros en algún minuto fuimos los primeros de América Latina, estábamos por sobre Uruguay", añadiendo que "estamos lejos de nuestro mejor momento, que fue el año 2014 donde teníamos 73 puntos".
"Lamentablemente cuando uno se deja estar en estas materias, las consecuencias pueden ser bastante graves", aseguró.
La directora de Chile Transparente advirtió que la corrupción es "globalizada y transnacional", por lo que es muy "ingenuo" mirar esto como un "fenómeno aislado". "Nosotros ya hemos como se ha introducido el crimen organizado característico de otros países de la región que están con muy mal puntaje, como Venezuela, con la banda del Tren de Aragua y, por lo tanto, eso tiene que ser alertas", puntualizó.
"Una de las alertas que nosotros levantamos es que sabemos que en Chile la principal preocupación de las personas es la seguridad pública, cuando el Estado va cediendo confianza por la percepción de corrupción que hay, lo que empieza a ocurrir es que esta cedida de espacio se deja abierta a que precisamente bandas de crimen organizado vayan tomando este liderazgo. Entonces esa es la alerta que nos tiene que levantar, el panorama en la región es bastante desolador y nosotros no podemos creernos la excepción a la regla", acotó.