En el marco de una fiscalización desarrollada en un local de venta de flotadores en Santiago, el seremi de Salud de la Región Metropolitana, Gonzalo Soto, informó el retiro de más de 11.000 productos mal rotulados y sin certificaciones de seguridad durante enero de 2023.
"Ante el aumento de compra y uso de flotadores en verano, hemos incrementado la fiscalización de estos productos dirigidos a menores de 14 años, los que son calificados por el reglamento como juguetes ideados para transportar a un niño o niña por el agua, teniendo un fin lúdico y no preventivo. Por ello, deben poseer una leyenda precautoria que indique que no es un salvavidas, advirtiendo que tiene que ser utilizado donde el menor no pueda perder el equilibrio y bajo vigilancia de un adulto", señaló la autoridad sanitaria.
El seremi indicó que "en 2021, en el país, fallecieron 38 menores entre 0 a 14 años por accidentes por sumersión, incidentes que ocurren principalmente en enero y febrero".
"Para evitar una tragedia —agregó—, recomendamos comprar flotadores fijándose en la existencia del etiquetado y en las válvulas y tapones, los que deben quedar adheridos y firmes, con un sistema antirretorno, a modo de evitar la pérdida de aire del flotador".
En cuanto a la fabricación de flotadores dirigidos a niños y niñas menores de 14 años, Soto explicó que "deben confeccionarse reduciendo al mínimo los riesgos de hundimiento y de pérdida de estabilidad. Y tienen que estar etiquetados con letra legible y en español, informando el nombre genérico, razón social del fabricante o importador, país de origen y edad recomendada".
RECOMENDACIONES PARA EVITAR ACCIDENTES
En ese sentido, el seremi hizo un llamado a los adultos a "tener presente que estos productos sólo sirven para jugar o para facilitar el aprendizaje para nadar en niños y niñas, por tanto, los flotadores no son elementos de seguridad y nunca reemplazan la correcta supervisión de un adulto".
"El principal peligro —enfatizó— es que, al no tener una supervisión de un adulto, como son considerados este producto como juguetes, puede haber un desequilibrio de niños, niñas y adolescentes y, si no saben nadar, puede haber un deceso por inmersión accidental. Eso es muy importante tenerlo en consideración y, si estamos ante un niño que no sabe nadar, hay que considerar otro tipo de productos, como un chaleco salvavidas y que puedan dar la tranquilidad de que su uso puede resguardar su salud".
Francisco Marino, urgenciólogo pediátrico y subjefe de urgencias de la Clínica Las Condes, recalcó que "todos los juguetes acuáticos o los dispositivos acuáticos son solamente juguetes, por lo tanto, la supervisión de los adultos es fundamental", y pidió a los padres "nunca dejar a nuestros hijos a más de un brazo de distancia si no saben nadar, nunca dejarlos solos en la piscina o sin la supervisión de un adulto y siempre mantener nuestras piscinas con rejas".