Al menos un muerto y 100 heridos por nuevas explosiones de aparatos en Líbano
Ocurren un día después del primer ataque masivo con beepers, atribuido a Israel.
Las áreas afectadas están controladas por el grupo chiíta libanés Hizbulá.
Ocurren un día después del primer ataque masivo con beepers, atribuido a Israel.
Las áreas afectadas están controladas por el grupo chiíta libanés Hizbulá.
El Estado judío es apuntado como responsable de la explosión simultánea y masiva de estos artefactos en Líbano y Siria, con un resultado de nueve muertos y miles de heridos.
"Lo que ocurrió nos llenará de voluntad e insistencia en seguir el camino de la resistencia y lucha", dijo el grupo chiíta.
La detonación de cientos de buscapersonas de miembros de Hizbulá dejó al menos nueve muertos y 2.800 heridos.
La empresa Gold Apollo, con sede en Nuevo Taipéi, negó haber fabricado los dispositivos.
La detonación de cientos de buscapersonas de miembros de Hizbulá dejó al menos nueve muertos y 2.800 heridos.
El exanalista de la CIA refugiado en Rusia descartó que esto haya sido producido por baterías recalentadas o un hackeo.
Hospitales de todo el país recibieron grandes cantidades de víctimas casi al mismo tiempo, tras la detonación de artefactos portados por miembros de Hizbulá.
El Ministerio de Salud indicó que entre los fallecidos hay un menor de 8 años, y la mayoría de los heridos sufrió daños en la cara, las manos o el abdomen.
El grupo chií libanés respondió al asesinato de Fuad Skukr, ocurrido el 30 de julio en Beirut, e incluyó el lanzamiento de al menos 320 proyectiles contra instalaciones militares israelíes.
La represalia se produjo tras 72 horas de intensos de ataques al Líbano por parte del Estado judío, que ya preveía que se produjera a corto plazo tras casi un mes de demoras.
Por segundo día consecutivo, cazas de combate de Israel atacaron tres puntos diferentes del distrito de Baalbek, una región -al este del país- alejada de la frontera.
El grupo chií libanés Hezbolá respondió el ataque lanzando una serie de proyectiles y "escuadrones" de aviones no tripulados contra objetivos militares del norte de Israel.
El grupo chií indicó que el ataque fue "en apoyo del firme pueblo palestino de la Franja de Gaza y de su valiente y honorable resistencia".
Así como también por los bombardeos israelíes contra las aldeas de Kafr Kila y Deir Seryan, donde hubo víctimas civiles.