Científicos chinos han desarrollado un reloj óptico que sólo pierde o gana un segundo cada siete mil millones de años, lo que supone un paso más hacia la redefinición del segundo como la unidad básica de tiempo.
El reloj, creado por el equipo del físico Pan Jianwei en la Universidad de Ciencia y Tecnología de China, utiliza átomos de estroncio ultrafríos y potentes rayos láser para lograr una estabilidad y una incertidumbre inferiores a 5 quintillonésimas, publicaron este mes los expertos en la revista científica Metrología.
Este logro sitúa a China como el segundo país del mundo, después de Estados Unidos, en alcanzar una cronometría tan precisa, y sienta una base para el establecimiento de una red global de relojes ópticos que permitiría sincronizar el tiempo con una precisión sin precedentes, de acuerdo con el diario hongkonés South China Morning Post.
Además, el reloj abre nuevas vías para probar teorías físicas fundamentales, detectar ondas gravitacionales y explorar la materia oscura, según los investigadores.
Los relojes ópticos tienen un gran potencial para aplicaciones en infraestructuras críticas en el futuro, como mejorar la precisión de los sistemas globales de navegación por satélite, ayudar a construir redes de comunicación seguras basadas en la distribución de claves cuánticas y optimizar la sincronización y la eficiencia de las redes eléctricas.
Hoy en día, la definición de un segundo se basa en un tipo de reloj atómico llamado reloj de fuente de microondas, que funciona liberando átomos de cesio hacia arriba, que luego caen por efecto de la gravedad estimulados con pulsos de microondas.
Sus electrones absorben y emiten partículas de luz para saltar entre diferentes niveles de energía y cada uno de estos 'tics' marcan fracciones de un segundo con las que los científicos pueden lograr una cronometría de alta precisión con estabilidades de varias cuatrillonésimas.
Sin embargo, la precisión de un reloj de microondas está limitada por el estándar de frecuencia de microondas. Es ahí donde los investigadores han construido relojes ópticos que usan luz láser para lograr un rendimiento superior al de sus equivalentes de microondas.
Para que los relojes de microondas sean sustituidos por los ópticos para la futura definición del tiempo, al menos tres laboratorios en el mundo deberán tener un reloj óptico con una estabilidad inferior a 5 quintillonésimas y una incertidumbre inferior a 2 quintillonésimas, de acuerdo con el rotativo.