Diez cisnes de cuello negro del Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter de Valdivia dieron positivo al virus de la influenza aviar.
Según informa El Mercurio este lunes, los casos fueron confirmados ayer por el Servicio Agrícola y Ganadero, que recién el jueves había dado cuenta de la detección de esta enfermedad en la Región de Los Ríos.
"Algunas de las aves testeadas yacían muertas, pero otras debieron ser sacrificadas", pues la influenza aviar "no tiene cura, por lo que las aves mueren naturalmente o debe realizarse el control sanitario mediante eutanasia", explicó el SAG.
Adicionalmente, sus restos debieron ser incinerados para evitar una propagación del virus, que se transmite por contacto directo con un animal enfermo o con sus heces, añadió el Servicio.
Claudio Verdugo, académico de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Austral, explicó al diario que la variante H5N1 del virus "está circulando en aves silvestres de dos familias: los anseriformes (gansos, patos, cisnes) y los caradriformes (gaviotas, aves playeras), donde circula casi naturalmente, como reservorio natural".