Francisco Lombardi investiga en el hampa peruano en su producción “Django”

En el filme, Lombardi ofició como productor y dejó la dirección en manos de su colaborador Ricardo Velásquez. La cinta está basada la historia real de un asaltante de bancos, Oswaldo González, Django, quien mantuvo en jaque a las autoridades policiales de Perú durante gran parte de la década del 70 e inicios de los 80. “A mí me buscó el personaje. A veces se me acerca gente y me propone cosas (...) me pareció interesante porque era un documento de vida, contada por la misma persona, que había sido célebre en una época”, manifestó Lombardi, quien señaló que todas sus primeras películas surgieron de hechos de la vida real, generalmente policiales. Una de las más estrechas colaboradoras de Lombardi, Tatiana Astengo, explicó a Libre acceso que si bien se narra la historia de un malhechor que logró gran popularidad en Perú, la idea del filme no es hacer “apología de un delincuente”. “En realidad lo que queremos decir que un delincuente a pesar de vivir una vida tan dura y parecer que nunca va a cambiar, puede cambiar y puede tener una vida tranquila luego de cumplir su condena”, señaló la actriz. Tatiana Astengo participó en el episodio “Todo por Deborah” de la serie “La vida es una lotería” de Televisión Nacional de Chile y ha trabajado junto a Lombardi en los filmes “Pantaleón y las visitadoras”, “Ojos que no ven” y “Tinta roja”. La visión del cine peruano actual Lombardi señaló que en la industria fílmica de su país “hay una suerte dispar para las películas”, como lo demuestra su resultado en las taquillas así como también en la calidad de la producciones. “Se hacen desde películas con actores de televisión, vedettes, que es un poco subcine, hasta películas de tipo testimonial, personal y de género”, manifestó. Respecto del apoyo estatal sostuvo que “lo que existe es un concurso anual que te da un porcentaje del dinero, como el 40 ó 50 por ciento del presupuesto”, que beneficia a unas seis películas al año, pero que tiene la gran desventaja su irregularidad, ya que sólo se realiza durante los años en que hay presupuesto.