El cantante Lou Reed, fallecido el pasado domingo, murió en su casa mirando a los árboles y realizando una postura de 'tai chi', según explicó su viuda, la compositora y música Laurie Anderson.
"Lou era un príncipe y un guerrero, y sé que sus canciones sobre el dolor y la belleza del mundo llenarán a mucha gente con la increíble alegría que sentía por la vida", dijo Anderson en un obituario publicado este jueves en la publicación local "East Hampton Star", de la zona de los Hamptons (este de Long Island, EE.UU.).
Anderson, quien desde el fallecimiento del cantante y compositor había mantenido un silencio total, explicó: "La pasada semana había prometido a Lou que le sacaría del hospital y le traería a casa en Springs. ¡Y lo conseguimos!".
Añade que "Lou era un maestro de 'tai chi' y pasó sus últimos días aquí, estando feliz y maravillado por la belleza, la fuerza y la suavidad de la naturaleza".
"Murió en la mañana del domingo, mirando a los árboles y haciendo la famosa postura 21 de 'tai chi' con sólo sus manos de músico moviéndose por el aire", agrega Anderson.
El obituario va dirigido "A nuestros vecinos" en esta zona rural, y en su comienzo Anderson explica: "Lou y yo hemos pasado mucho tiempo aquí en los últimos años, y aunque somos gente de ciudad éste es nuestro hogar espiritual".
Reed murió el domingo a los 71 años de complicaciones hepáticas, después de que en mayo había sido sometido a un trasplante de hígado en un hospital de Cleveland (Ohio), una operación que él mismo calificó de "un triunfo de la medicina, la física y la química modernas".