El "Víctor Jara" se repletó para disfrutar del "nuevo rock" estadounidense
The Strokes y -en menor medida- Kings of Leon arrasaron entre las 3.500 personas que asistieron a la segunda y rockera noche del festival SUE 2005.
The Strokes y -en menor medida- Kings of Leon arrasaron entre las 3.500 personas que asistieron a la segunda y rockera noche del festival SUE 2005.
La esencia del rock and roll más primigenio, la de los amplificadores al máximo y de ritmos redoblados, fue protagonista del concierto que repletó en la noche del sábado el Estadio "Víctor Jara", en la última jornada del festival Santiago Urbano en Vivo (SUE).
La cita comenzó con Kings of Leon, la banda formada por los hermanos Caleb (guitarra y voz), Nathan (batería) y Jared (bajo) Followill y su primo Mathew (primera guitarra).
Los oriundos de Tennessee -tierra de campo y whisky- asestaron su primer golpe con "Molly's Chambers", muestra de su estilo que combina ritmos punk con la "quintaesencia" de la música estadounidense, el country, logrando una versión más hardcore de melodías amables como las de Creedence Clearwater Revival.
Caleb Followill y sus parientes descargaron gran energía sobre el escenario, con una interpretación que lejos de la prolijidad del primer día de SUE 2005 -que demostró Morcheeba y Brazilian Girls-, apuntaba más a los arrebatos del rock and roll más puro de los años sesenta y setenta.
Las razones para no tener antecedentes en el rock más reciente de Estados Unidos -todos los integrantes del grupo tienen alrededor de 20 años- se remite a su biografía: los hermanos Followill son hijos de un pastor evangélico y, mientras Nirvana conquistaba el mundo, ellos tocaban en la iglesia y escuchaban a Tom Petty, The Rolling Stones, Led Zeppelin y Robert Johnson.
Con esos antecedentes sobre el escenario, el potente ritmo de la batería y los amplificadores saturados de Kings of Leon obtuvieron el pronto respaldo del público, que si bien no conocía la mayoría de sus canciones -tienen dos discos a su haber, "Youth & Young Manhood" de 2003 y "Aha Shake Heartbreak" de 2004-, saltó y bailó constantemente en el repleto estadio, lo que fue agradecido por el vocalista del grupo con un constante "God bless you" (Dios los bendiga).
Los temas con el público coreando cada letra debieron esperar más de 30 minutos, espacio que transcurrió entre que los Followill terminaron su show -entre aplausos, por cierto- y la salida del número más esperado de la noche.
El plato fuerte: The Strokes
Apenas sonaron los primeros acordes del single que los lanzó a la fama, "Last nite", el público de todo el recinto capitalino -que en las dos jornadas de SUE contó con un buen sonido- se puso de pie y cantó cada verso del tema.
Luego le siguieron la mayor parte de los singles de su primer disco "Is this it" (2001), incluido el que da nombre al disco, "Barely Legal", "Alone, together" y "Someday", todos temas que rescatan modos de otro periodo ya pasado de la música estadounidense, el rock de los sesenta y setentas de The Velvet Underground y Television.
Los temas fueron cantados en conjunto entre el hijo del magnate estadounidense John Casablancas y el "respetable", apoyo que fue agradecido por el vocalista con un condescendiente "don't tell anybody, but you're the best fucking guys" -algo así como que el chileno es el mejor público que le había tocado conocer-, además de sus lentes y su reloj, que lanzó al público, generando escaramuzas por los preciados recuerdos.
Los desmayos -que se dieron entre algunas de las asistentes- siguieron con temas como "12:51", "The end has no end", "What ever happened?", "Automatic stop" y "Under control", de "Room in fire" de 2003.
La cerca de hora y media que la banda estuvo en el escenario sirvió para que presentaran ante el público chileno canciones de su próximo álbum "First impression of Earth" (que aparecerá en enero de 2006), entre ellas "Juicebox", con un riff de guitarra a cargo de Hammond Jr. que recuerda la música hecha por Henry Mancini para "Peter Gunn".
Tras un solicitado bis, The Strokes volvió al escenario, donde se despidió interpretando el segundo single de "Room on fire", "Reptilia". Todos los presentes en el Estadio "Víctor Jara" cantaron y se retiraron satisfechos a sus casas, al tiempo que la banda y sus amigos de Kings of Leon partían a una fiesta privada en una discoteca capitalina. Revisa la galería de fotos que Cooperativa.cl preparó sobre la versión 2005 del Festival SUE.