Las agresiones sexuales masivas a mujeres registradas la pasada Nochevieja en Colonia, y al parecer cometidas principalmente por extranjeros, sacó a la luz casos similares en Suecia y Holanda, mientras el Gobierno alemán advertía contra los intentos de instrumentalización por parte de la ultraderecha.
Las autoridades suecas anunciaron hoy la apertura de una investigación sobre un caso de acosos sexuales a cargo de un supuesto grupo de jóvenes inmigrantes en verano en un festival juvenil de Estocolmo, que la policía ocultó en ese momento.
En Holanda, la agencia central para la recepción de solicitantes de asilo de Holanda (COA) desaconsejó asimismo hoy a niñas menores no acompañadas visitar la iglesia eritrea ortodoxa en Rotterdam por un presunto riesgo de abuso sexual.
Según un medio local, la recomendación obedece a la existencia de "indicios serios" de que se han cometido abusos sexuales, ya que supuestamente al menos 22 menores de edad habrían quedado embarazadas tras ser obligadas a mantener relaciones sexuales.
En Alemania, la situación se tensó aún más este lunes, diez días después de las agresiones sexuales registradas en Nochevieja, a raíz de una serie de ataques xenófobos, al parecer coordinados a través de las redes sociales como "respuesta" a esos abusos.
Su objetivo, según las investigaciones en curso, era "tomarse la justicia por su mano" por los sucesos de Nochevieja en la estación central de ferrocarril de la ciudad renana, donde hasta ahora se han presentado 516 denuncias, de las cuales 237 por delitos sexuales.
El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, añadió que, aunque hay que aclarar por completo lo que pasó en Colonia y plantearse qué medidas adoptar, hay que pensar también en la gran mayoría de refugiados que han buscado amparo en Alemania y que se comportan pacíficamente.