El condado de Chongyi, en la provincia céntrica de Jiangxi, ha lanzado una iniciativa para "promover la reforma de las costumbres matrimoniales", consistente en ofrecer incentivos a las familias que no pidan ni reciban dote al contraer matrimonio.
La medida se aplicará a las parejas y a los suegros que acepten "cero dote" o una "dote reducida", definido como un regalo o una suma de dinero inferior a 39.000 yuanes (poco más de 5 millones 300 mil pesos chilenos) que el novio entrega a la novia, recoge el diario The Paper.
El alto costo de las dotes matrimoniales, que paga tradicionalmente el novio a la familia de la novia, y de los banquetes de boda son uno de los obstáculos a los que se enfrentan los hombres que buscan esposa en el país asiático, especialmente en áreas rurales.
Como recompensa a la renuncia de la dote, los beneficiarios de esta política recibirán una tarjeta que les permitirá acceder a una serie de ventajas, como la prioridad para matricular a sus hijos en el colegio que elijan, la entrada gratuita a los parques nacionales de los alrededores, un chequeo médico anual sin coste, el uso ilimitado del transporte público durante un año o descuentos en el banquete de boda y en la compra de productos para el hogar.
Además, tendrán preferencia para ser contratados como trabajadores sociales o para otros puestos de carácter público, así como para recibir subsidios agrícolas y servicios de riego.
El año pasado, el Comité Central del Partido Comunista Chino y el Consejo de Estado (Ejecutivo) publicaron un documento que tenía como propósito "tratar problemas como las altas dotes matrimoniales" en las áreas rurales.
Las autoridades centrales pidieron a las localidades que "formulen normas para cambiar las costumbres de acuerdo a las condiciones de cada lugar" y que "fortalezcan el papel de las regulaciones" en las zonas rurales.
El número de nuevos matrimonios en China fue de 6,83 millones en 2022, la cifra más baja desde que comenzaron los registros en 1986.