El presidente de Irán, Ebrahim Raisí, pidió este miércoles a los países islámicos que corten sus lazos económicos y políticos con Israel para obligarle a detener sus ataques en Gaza.
"El corte de los vínculos económicos y de las relaciones políticas será eficaz para obligar al régimen sionista a poner fin a estas atrocidades y crímenes", dijo Raisí en una rueda de prensa junto a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan.
"Seguramente nuestra cooperación con Turquía y otros países y pueblos libres del mundo puede detener los crímenes del régimen sionista (Israel) en Gaza", aseguró.
CRÍTICAS A EE.UU. Y A ONU
El mandatario iraní afirmó que la situación de Palestina "es el primer problema del mundo islámico y de la humanidad", y acusó a Estados Unidos de "tener sangre en las manos" y a Naciones Unidas de no haber sido capaz de detener el conflicto.
"Lo que es peor es que estos crímenes cuentan con el apoyo oficial de Estados Unidos y de algunos países europeos, y de hecho, es Estados Unidos quien comete crímenes en Gaza", aseveró Raisí, luego de que la cifra de muertos en la Franja haya sobrepasado los 25 mil.
Respecto a la ONU, el mandatario indicó que ha perdido "su eficacia" y por ello llamó a la creación de un nuevo orden mundial "más justo", una aseveración que ha realizado en numerosas ocasiones en el pasado.
En cuanto a los demás países del mundo, Raisí afirmó que muchos que dicen proteger los derechos humanos se han quedado callados y por ello llamó a Ankara a actuar junto con Teherán para detener el conflicto en Gaza.
ENEMIGOS ACÉRRIMOS
Irán ha llamado en numerosas ocasiones a los países islámicos a que corten sus relaciones políticas y económicas con Israel desde el ataque de Hamás el 7 de octubre.
Raisí pidió en noviembre al grupo de economías emergentes BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) que rompiesen sus lazos con el Estado judío y lo declarasen como "un régimen terrorista".
La República Islámica de Irán e Israel son enemigos acérrimos, suponen una amenaza existencial mutua, compiten por la hegemonía regional y mantienen una guerra encubierta con ciberataques, asesinatos y sabotajes.
De hecho, Teherán acusó la semana pasada a Tel Aviv de la muerte de cinco miembros de la Guardia Revolucionaria -entre ellos dos generales- en Siria, un acto por el que prometió venganza.