El director general de Aeronáutica Civil (DGAC), el general Jaime Alarcón, aseguró que la tripulación del siniestrado CASA 212 recibió la información meteorológica actualizada para volar a Juan Fernández, saliendo al paso así de las conclusiones del informe elaborado por la Junta Investigadora de Accidentes Aeronáuticos.
Alarcón sostuvo que "toda la información meteorológica para la planificación del vuelo estuvo siempre disponible" y añadió que "se le entregó a la tripulación la información meteorológica actualizada".
En conferencia de prensa, el general de Aviación recalcó que "no existe ningún error en el pronóstico que señalaba inestabilidad con cúmulos de nubes visibles para los pilotos".
El alto mando además enfatizó que "la tripulación recibió información en tiempo real donde se le confirmó la existencia de vientos de 20-25 nudos", por lo que "queda claramente demostrado que la tripulación tuvo disponible toda la información meteorológica en tiempo real, previo, durante y en la aproximación del vuelo".
El informe de la Junta Investigadora responsabilizó a la DGAC de no tener un procedimiento estándar y preciso de información, lo que podría haber sido clave en los malos datos que dieron respecto a los vientos.
Factores descartados como causas del accidente
La Junta Investigadora de Accidentes (JIA) de la FACh confirmó que el CASA 212 "se encontraba en condición aeronavegable, con sus sistemas funcionado" y desestimó como causas del accidente lo siguiente:
Exceso de peso y falta de combustible: Al momento del accidente, el avión se encontraba con un peso y centro de gravedad dentro de los límites establecidos por el fabricante, con combustible suficiente para volar hasta 1 hora 35 minutos adicionales.
Preparación de los tripulantes: La tripulación se encontraba debidamente habilitada y entrenada para operar el avión
CASA 212.
Problemas físicos en los pilotos por exceso de altura: El vuelo sobre 10.000 no representó problema fisiológico en la tripulación, por cuanto contaban con sistema de oxígeno operativo abordo. Además, el vuelo continuó por más de una hora bajo 10.000 pies hasta llegar a la Isla.