El economista David Bravo, director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica, analizó la esperada presentación de la reforma previsional del Gobierno, que se realizará esta semana, advirtiendo que con la Pensión Garantizada Universal (PGU) un 6 por ciento de cotización adicional le genera dudas.
En entrevista con El Mercurio, Bravo señaló que "necesitamos ver una propuesta bien coherente, que esté bien armada, que tenga hartos detalles, donde entendamos claramente cuál es el plan, los detalles de la transición, sin espacios en blanco, para no prejuzgar y generar así un buen diálogo".
"El Gobierno debe tener claro el diagnóstico. Han pasado dos cosas que son importantes: una muy negativa que son los retiros y lo otro, muy positivo, que es la PGU. Esto cambió el escenario base sobre el cual discutir la reforma, implica poner al día los números, tanto de las personas que están hoy día con pensiones como también de aquellas que van a tener pensiones en los próximos cinco o diez años, donde los retiros van a influir negativamente", explicó el economista.
Ante esto, el experto indicó que la PGU "es un punto muy central", mientras que "en el tema de los retiros, no podemos hacer como que no existieron, pues no solamente existieron, fueron muy importantes, no solamente por su impacto en las pensiones, sino que también respecto a que esto está aún abierto".
"¿Qué sacamos con armar una buena arquitectura de un sistema que en cualquier momento vuelve a estar en peligro con retiros adicionales? Eso lo tenemos que discutir, porque necesitamos generar una institucionalidad que explicite que los retiros no son coherentes con un sistema de pensiones", cuestionó Bravo, quien lideró la Comisión Asesora Presidencial sobre el Sistema de Pensiones convocada en abril de 2014 por Michelle Bachelet -conocida como la "Comisión Bravo"- y que entregó sus conclusiones en septiembre de 2015.
En esta línea, advirtió que "tampoco podemos hacer como que no existe la PGU, hay que hacer el diagnóstico respecto a las pensiones proyectadas con PGU, que es un cambio muy importante para las personas entre el 60 y el 90 por ciento de la población que no recibía nada".
"Con la PGU, ¿tenemos que seguir pensando que necesitamos seis puntos adicionales? Considerando, además, que el contexto en el que estamos es muy malo, por el problema del mercado laboral que tenemos, que vamos a tener este año y que todavía no recuperamos los empleos previos a la pandemia, y le vamos a meter mucha más presión sobre las cotizaciones", puntualizó el economista al medio antes citado.
"EL PAÍS NO PUEDE DARSE EL LUJO DE VOLVER A TENER UNA REFORMA QUE FRACASE"
Sobre la importancia del anuncio de la reforma, Bravo señaló que "como en el ajedrez, es el turno del Gobierno. Lo que corresponde es que esa propuesta sea juzgada de manera muy abierta, porque el país no puede darse el lujo de volver a tener una reforma que va a fracasar". Por el contrario, necesita una "que pueda ser dialogada y no sea una guerra".
Debido a esto, dijo que "nadie que mire los números de manera precisa y pueda replicar los cálculos que hagan los distintos actores que van a estar en la conversación debería tener dudas respecto a los números y las implicancias".
"Eso debería acotar las diferencias en la discusión sobre pensiones, tenemos que hacerla de manera factual, porque esta discusión ya tiene mucha carga ideológica
para que además la hagamos sin datos, básicamente vamos a estar discutiendo sobre caricaturas", profundizó el experto.
El pasado viernes, después del Consejo de Gabinete en La Moneda, el Gobierno confirmó que esta semana será presentada la esperada reforma previsional, cuyo diálogo prelegislativo ha sido liderado por la ministra del Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara (PC).