El Gobierno del Presidente Gabriel Boric expresó este jueves su "total respudio y condena" por los "crímenes de guerra" ocurridos en Ucrania a raíz de la invasión que Rusia inició en febrero.
Esto luego de que una investigación realizada por Naciones Unidas, y publicada la semana pasada, denunciara que se han cometido crímenes de guerra en Ucrania con un "gran número de ejecuciones y otras violaciones por parte de las fuerzas rusas".
A través de la Cancillería, el Gobierno expresó "su total repudio y condena en los términos más enérgicos los crímenes de guerra perpetrados en territorio ucraniano, controlado por las fuerzas rusas", dados a conocer por el informe de la ONU.
Asimismo, añade la declaración, "Chile reitera su compromiso con la soberanía, independencia e integridad territorial de Ucrania, por lo que considera sin valor jurídico los referéndums en las regiones y ciudades de Donetsk, Lugansk, Jerson y Zaporiyia. Además, reafirma la necesidad de que Rusia retire sus tropas, respete la integridad territorial y la soberanía de Ucrania".
"El Gobierno de Chile reitera la importancia de que las partes negocien una salida pacífica a este conflicto en pleno respeto de la Carta de Naciones Unidas y los Convenios de Ginebra", finaliza la declaración.
El comunicado del Gobierno de Chile se da cuando el presidente ruso, Vladímir Putin, defendió este jueves el derecho de autodeterminación de las cuatro regiones ucranianas, con las que Rusia firmará el viernes tratados de anexión.
Según los resultados difundidos por las autoridades rusas, entre el 87 y el 99 por ciento de los votantes que participaron del 23 al 27 de septiembre en los referendos apoyaron la anexión rusa de las regiones de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia.
Putin firmará mañana, viernes, tratados de anexión con las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, y las regiones sureñas de Jersón y Zaporiyia. El proceso de anexión será aprobado la próxima semana por ambas cámaras del Parlamento ruso
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, advirtió que renunciará a negociar con Putin si Rusia se anexiona más territorios rusos después de incorporar la península de Crimea en 2014.