El presidente de EE.UU., Donald Trump, visitó este lunes por sorpresa el monumento al reverendo Martin Luther King Jr. para rendirle homenaje por su defensa de los derechos civiles y su labor para lograr el derecho efectivo al voto de los afroamericanos. La visita no figuraba en la agenda oficial del mandatario, en la que no aparecía ningún evento público para el Día de Martin Luther King Jr., festivo en ese país. En la actividad, Trump y el vicepresidente, Mike Pence, se mantuvieron por un momento de pie frente a la estatua de granito, que se ubica muy cerca del Monumento a Lincoln, donde en 1963 el reverendo pronunció su famoso discurso "I have a dream" (Tengo un sueño).