La oceanógrafa Sylvia Earle ha pasado más de siete mil horas de investigación bajo la superficie del océano. Con 78 años, la científica norteamericana ha gastado los últimos cuatro revisando las aguas oceánicas con otros expertos. El resultado: "Mission Blue", un documental que se lanzará en (el servicio pagado de streaming) Netflix este viernes 15 de agosto.
La película es al mismo tiempo un documental y un llamado a la acción. La gente y los gobiernos deberían hacer más para proteger a los océanos del mundo, asegura Earle en el filme. Este explora su propia historia personal y la sigue mientras ella visita puntos oceánicos clave alrededor del mundo.
Cooperativa tuvo la oportunidad de conocer a Earle antes del estreno de la película. Hablamos sobre los mayores problemas que enfrentan nuestros océanos, la película y... de su danza junto a un pulpo.
- ¿Cómo llegó a ganar tantos apodos?
- Me llamaban "General Esturión", cuando era el jefe científico de la NOAA (la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica). Hice mucho escándalo sobre algo de lo que aprendí acerca de los peces: que el 90 por ciento del atún de aleta azul en el Atlántico norte había sido extraído en unos 20 años. Mi reacción fue: "¿Qué estamos tratando de hacer, exterminarlos? Porque si es así, estamos haciendo un gran trabajo, sólo nos queda el 10 por ciento". Y fue entonces cuando me empezaron a llamar la "General Esturión", porque yo estaba hablando a nombre de los peces.
El apuro de los océanos
- Internet se presta mucho al alarmismo en cuestiones ambientales. ¿Cuán preocupados deberíamos estar realmente?
- Ahora tenemos lo que no existía cuando yo era una niña y que es la evidencia de los cambios que están teniendo lugar. Creo que dos cosas han quedado claras, como consecuencia de las tecnologías que se han desarrollado en el siglo XX y ahora en el XXI, y que es que el océano regula la forma en que funciona el mundo. Sin océano, no hay vida. Sin azul, no hay verde. Ningún planeta que funcione a nuestro favor. Sin el océano, la Tierra no sería más que otra roca en la inmensidad del espacio.
- ¿Cuáles son los mayores problemas que enfrentan los océanos hoy en día?
- Bueno, el primer problema grande es la complacencia. Esta conversación es parte de la solución a ese problema. Como la gente sabe, pueden empezar a cuidar. Y a través de toda la historia que no hemos conocido lo suficiente como para preocuparnos. Nosotros pensábamos que el océano era demasiado grande para fallarnos. Pensamos que los humanos eran demasiado insignificantes como para tener algún impacto en la naturaleza de un sistema que es tan profundo, tan amplio, tan vasto y tan aparentemente resistente.
Iniciativas humanas
- ¿Es la energía renovable una prioridad importante?
- Absolutamente. Uno de los puntos que destacamos en la película es que tenemos una gran deuda con los combustibles fósiles. Nos han dado una civilización que disfruta de muchos beneficios que no teníamos antes de empezar a quemar los activos que se han ido acumulando durante cientos de millones de años. Y los hemos agotado en unas pocas décadas.
El costo, sin embargo, ahora lo conocemos. Pero no podíamos saber el costo sin haber gastado esa energía para instalar satélites en el cielo que nos dan Internet, para los aviones que vuelan, que nos dan el nivel de prosperidad que ahora disfrutamos. Ahora entendemos tal vez que el regalo más grande que los combustibles fósiles nos han dado es el conocimiento.
- ¿Qué piensa de la propuesta de la administración Obama para proteger una enorme área del Océano Pacífico?
- Es un paso valiente teniendo en cuenta lo poco que se ha hecho en todas partes del mundo, pero al mismo tiempo... es sólo un paso. Mientras tanto, el presidente de Palaos, el presidente de Kiribati, el presidente de las Islas Cook, estos líderes de las pequeñas naciones insulares están empezando a entender que sus mayores activos son de color azul. Tienen jurisdicción en un área mucho más grande que su masa de tierra, que es el caso de Chile también. El área alrededor de la Isla de Pascua por sí sola es mayor que la masa de tierra de Chile.
- ¿Qué piensa de hacer excepciones en esas áreas para la investigación, como para la búsqueda de antibióticos?
- Claro, y para la pesca. Creo que hay un lugar para las comunidades locales. Los medios de subsistencia de muchos puntos están en juego. Lo que está causando los problemas más graves es la extracción industrial a gran escala más allá de las jurisdicciones nacionales y en las aguas costeras de las zonas económicas exclusivas de los países.
No haríamos a la tierra lo que algunos pescadores están haciendo al océano: el uso de dispositivos que se arrastran por el suelo del océano llevándose todo a su paso. Eso es una técnica común. Pero es como usar una excavadora para atrapar pájaros cantores o ardillas. Botas el bosque y te sacudes un poco de proteína. La magnitud de la destrucción es tremenda para una cantidad muy pequeña de ganancia. En todo el mundo, la pesca de arrastre ha sido un método que los pescadores han utilizado.
Puntos de esperanza
- "Mission Blue" introduce muchos "puntos de esperanza". ¿A qué se refieren exactamente?
- Son áreas que tienen una importancia aumentada. Si están protegidas tienen mayor resistencia. En una conferencia que tuvo lugar en Francia en octubre pasado, se identificaron 50 puntos de esperanza y que aparecen en el océano en Google.
El Congreso Mundial de Parques, que ocurre cada diez años, se llevará a cabo en Sydney, Australia, en noviembre de este año. Y en ese momento anunciaremos otra serie de puntos de esperanza.
- Pero estos "puntos de esperanza" no se definen legalmente...
- Se alinean en la mayoría de los casos, ya sea con puntos que ya cuentan con algún tipo de protección y, por tanto, son motivo de esperanza, pero se basan en eso y se extienden más allá de eso. En lugar de ser áreas con límites exactos, podrían conducir a eso. La mitad del mundo está más allá de las jurisdicciones nacionales y es donde la mayor parte del trabajo pesado se lleva a cabo en términos de generación de oxígeno, extracción del carbono, conducción de las grandes redes alimentarias del océano, mantención de la estabilidad del planeta, estabilización de la temperatura.
- "Mission Blue", la película, es también acerca de su vida ¿verdad?
- Bueno, es acerca del océano conmigo como testigo. Debido a que se han producido más cambios durante mi vida que durante toda la historia humana anterior, tanto en términos de lo que sabemos, lo que hemos aprendido y lo que hemos perdido. Eso es una gran afirmación, pero se puede respaldar con pruebas.
- Si la película es al menos en parte sobre usted, ¿quién es el biógrafo?
- La persona que da continuidad a la historia es Fisher Stevens, quien es el co-director de la película, que viajó conmigo a muchos de los sitios que se presentan en el film, a buscar puntos de esperanza y para encontrar la razón de ser de ellos. Estaba allí con una cámara para registrar los acontecimientos que estuvieron ocurriendo en los últimos cuatro años.
Bailar con pulpos
- ¿Tiene una anécdota favorita de su tiempo de permanencia en el océano?
- Una de mis experiencias favoritas tuvo lugar mientras yo estaba buceando en un submarino individual sola frente a las costas de Hawái. Yo estaba lista para volver a la superficie. La profundidad era de 1.300 pies. Había estado con otra nave, estábamos en pareja. El había vuelto a la superficie y era mi turno, pero me acababa de dar la vuelta y por el rabillo del ojo ví un bulto en el agua. Pensé que era basura al principio y luego le ví los ojos. ¡Era un pulpo! Un animal tan grande como yo.
Llamé de nuevo a la superficie y les dije: "¡He encontrado esta gran criatura, o ella acaba de encontrarme a mi! Tengo que quedarme y obtener algunas imágenes y conocer a este animal". Así que me dejaron estar durante una hora y durante este tiempo fue como un baile con esta criatura. Ella vino hacia mí, y me paré y entonces ella se alejó... de ida y vuelta a través del agua. Y fue increíble. Realmente era como un baile. Digo que era un pulpo hembra, porque tenía un montón de huevos blancos que sostenía fuertemente a su derecha entre sus brazos.
- ¿Qué sigue ahora?
- En última instancia, me encantaría ir a donde (el cineasta James) Cameron ha ido, a la parte más profunda del océano y de vuelta.
Revisa un análisis del documental "Mission Blue" aquí.