Un equipo de científicos chinos y singapurenses determinaron que un tipo de célula inmunitaria común podría convertirse en cómplice colaborador del cáncer, por lo que podría ser útil tratarla como un objetivo en una posible terapia anticancerígena.
Según un estudio publicado el viernes en la revista Science, los neutrófilos, la población de glóbulos blancos más abundante en el organismo y que actúan como primeros respondedores ante infecciones y lesiones, y también tienden a reunirse alrededor de los tumores, favorecen el crecimiento tumoral.
Utilizando un modelo experimental de ratón con cáncer de páncreas, los investigadores del Hospital Renji, dependiente de la Facultad de Medicina de la Universidad Jiao Tong de Shanghai, y de la Red de Inmunología de Singapur, descubrieron que, cuando son infiltrados por un tumor, los neutrófilos se modifican en un subconjunto celular de larga vida denominado T3.
Estas células T3 se convierten en "traidoras" del organismo al promover el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos, que ayudan al tumor a sobrevivir en zonas con poco oxígeno y nutrientes limitados. Según el estudio, el agotamiento de las células T3 o el debilitamiento de su capacidad de funcionamiento pueden inhibir el crecimiento tumoral.
"Este descubrimiento puede servir para desarrollar estrategias inmunoterapéuticas dirigidas a los neutrófilos, las cuales podrían inhibir sus efectos promotores de tumores permitiendo al tiempo que conserven sus funciones inmunitarias básicas interviniendo en su proceso de reprogramación patológica", afirmó Zhang Zemin, profesor de la Universidad de Beijing, quien no participó en el estudio.